Mbappé y la sombra de Cristiano
Pese a todo, Kylian se tomará sus primeras uvas con 14 goles. Ronaldo, en su primera temporada, lo hizo con... ¡13! La diferencia está en el promedio.
Pero esta es la hemeroteca. Cristiano Ronaldo llegó el verano de 2009: dorsal 9 y entonando su emblemático “un, dos, tres... ¡Hala Madrid!”. Un grito que Kylian, 15 años después, revivió. Bernabéu lleno y monotema en los informativos. Y vivió un arranque convulso. Hasta aquí, curiosamente, la descripción encajaría en ambos jugadores. Pero volviendo a Cristiano y a aquel 2009: hasta el parón de Navidad hubo 21 partidos, de los cuales jugó 12. ¿Por qué? Uno se lo perdió por sanción (expulsado en Almería) y ocho, por lesión (una barrida de Souleymane Diawara, en la segunda jornada de Champions, le causó un edema óseo en el tobillo).
Un gol cada 67′
Así que hay que coger con ciertas pinzas sus primeros números en el Real Madrid, pero fueron los siguientes: 13 goles. Seis en Champions (con tres dobletes) y siete en Liga. Respecto a estos últimos, su dinámica fue opuesta a la de Kylian: si al francés le costó arrancar, él reventó la puerta nada más llegar... para luego enfriarse. Como un diésel y un gasolina. Ronaldo marcó en sus cuatro primeras jornadas de Liga: Depor, Espanyol, Xerez (2) y Villarreal. Sequía contra el Tenerife, lesión y a la vuelta, zarpazos a Almería (ante el que fue expulsado, por una patada sin balón a Ortiz) y Zaragoza. Ese fue el bagaje del Bicho en sus primeros meses. En sus primeros 874′. El desglose, pese a todo, es impresionante: un gol cada 67′.
Matices
Mbappé ha tenido muchos más partidos, minutos y, sobre todo, no está apareciendo en las noches importantes. Esto último es el quid de la cuestión. Lo que más se le pide... y lo sabe. Pero en lo tangible, el cara a cara sorprende. Pese a todo, pese a tanto, Kylian suma 14 goles con el Real Madrid. Ha llegado ‘vivo a Navidad’, esa frase que ha sido un tatuaje en la plantilla durante los últimos dos meses. Marcó en su debut (Supercopa de Europa) pero entonces, se apagó. Mute absoluto. Fueron tres jornadas de Liga seguidas sin ver puerta; un periodo que el mismo reconoció como preocupante: “Para muchos, tres partidos sin marcar puede no ser nada; pero para mí es un mundo”.
Ahora, luego todo se fue ordenando. Doblete ante el Betis y goles contra Real Sociedad, Stuttgart, Espanyol y Alavés. Cuatro noches seguidas. Sin terminar de ser ese Galáctico que se espera, pero sin pausa. Sumando en silencio. Ahí llegó su lesión, la que le hizo perderse el derbi. Y desde entonces, otra vez oscuridad: un gol en siete partidos (su latigazo ante el Celta). Marcó, sin brillo, en Butarque y al Getafe; pero la melodía que llevó a San Mamés fue la del runrún. Y ahí, todo cambió. “Toqué fondo; fallando aquel penalti... pero me vino bien, porque me di cuenta de que debo jugar con personalidad”, reconoció anoche.
Y un zarpazo cada 141′
Con sus más y sus menos. Con sus golazos desde lejos y sus fallos desde dentro del área. Dando que hablar y llenando las calles de la capital de sus camisetas. Como aterrorizando a sus Majestades de Oriente con la cantidad de sus elásticas que han pedido los niños para estas fiestas. Es el ABC de las estrellas. Mbappé y Cristiano Ronaldo; Cristiano Ronaldo y Mbappé. Pese a todo, pese a tanto, ahí están los números: han marcado prácticamente los mismos goles, a estas alturas, en sus primeros años en el Real Madrid. A partir de aquí, que cada cual saque sus conclusiones. Y sea bueno estos días.