La nave Dragon de SpaceX completó su exitosa misión científica y regresó a la Tierra
Logró un retorno con experimentos científicos de alto valor luego de cumplir su misión de reabastecimiento en la Estación Espacial Internacional para la NASA
InfobaeDesde el vasto silencio del espacio hasta las aguas del océano Atlántico, la nave de carga Dragon de SpaceX completó un viaje crucial de regreso a la Tierra, luego de realizar su 31ª misión de reabastecimiento comercial para la NASA.
El amerizaje, una técnica clave en misiones espaciales, consiste en el aterrizaje de una nave en el agua tras su reentrada a la atmósfera terrestre. La Dragon utilizó un escudo térmico resistente para soportar las altas temperaturas generadas durante su reingreso y, posteriormente, desplegó dos conjuntos de paracaídas: primero, los paracaídas de frenado (drogues) para estabilizar la nave, y luego, cuatro paracaídas principales que redujeron su velocidad para un descenso seguro. Esta maniobra permite un impacto controlado y facilita la recuperación inmediata de la nave y su valiosa carga científica.
Desacoplamiento y regreso de la nave Dragon
A las 11:05 a.m. EST del 16 de diciembre, la nave de carga Dragon CRS-31 se separó del puerto delantero del módulo Harmony en la ISS por orden de los controladores de SpaceX en la Tierra.
A partir de ese momento, inició una serie de maniobras llamadas “quemaduras de desorbitación” para disminuir su velocidad y encaminarse hacia la atmósfera terrestre. El descenso incluyó etapas críticas. SpaceX informó a través de su cuenta oficial de Twitter el despliegue exitoso de los paracaídas de frenado, seguido de los cuatro paracaídas principales.
Carga transportada: ciencia en retorno
La Dragon CRS-31 llevó cerca de 6.000 libras (2.700 kg) de suministros esenciales, experimentos científicos y equipos. Estos artículos incluyen muestras que requieren análisis inmediato. Entre los experimentos retornados destacan investigaciones sobre cultivos celulares en microgravedad, estudios de materiales avanzados y muestras biológicas claves para el desarrollo de nuevos tratamientos médicos.
A diferencia de otras naves de carga como la rusa Progress o la estadounidense Cygnus, que se desintegran al reingresar a la atmósfera, la Dragon es la única nave que puede devolver carga de manera segura a la Tierra.
Detalles de la misión CRS-31: lanzamiento y llegada
La misión comenzó el 4 de noviembre de 2024, cuando un cohete Falcon 9 de SpaceX despegó desde el Centro Espacial Kennedy en Florida.
Un día después, la nave se acopló a la ISS, entregando suministros cruciales para los astronautas de la Expedición 71, que incluían alimentos frescos, herramientas de mantenimiento y material de investigación avanzada.
El programa Servicios de Reabastecimiento Comercial (CRS) de la NASA, que permite a empresas privadas apoyar la exploración espacial, aseguró la continuidad de las operaciones científicas en la ISS, permitiendo investigaciones avanzadas en condiciones de microgravedad.
Astronautas y desafíos en la ISS
La misión CRS-31 también está ligada a las complejidades humanas de vivir en el espacio. Los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams, enviados a la ISS en la nave Starliner de Boeing, se vieron obligados a extender su estancia debido a problemas técnicos en esa nave.
Sin espacio suficiente para su equipaje personal, Wilmore y Williams dejaron atrás ropa y artículos básicos. Afortunadamente, misiones posteriores, incluida la Dragon CRS-31, les entregaron suministros esenciales como alimentos frescos, ropa y elementos de higiene.
Los retrasos en la misión Starliner subrayaron la importancia de una infraestructura de reabastecimiento confiable. Adaptarse a lo inesperado es una constante para los astronautas, haciendo de cada misión una operación cargada de riesgos y decisiones críticas.
Importancia científica y logística
El regreso de la Dragon permite a la NASA recuperar muestras claves para investigaciones en el Centro de Procesamiento de Sistemas en el Centro Espacial Kennedy, donde serán analizadas de inmediato.
Estos estudios en microgravedad podrían generar avances significativos en medicina regenerativa, agricultura espacial y tecnologías industriales avanzadas. Además, la misión reafirma el valor de la colaboración entre la industria privada y la NASA para ampliar los límites de la exploración espacial.