Giuliano Simeone, la prueba de que un año puede dar para muchísimo
En doce meses, el canterano rojiblanco ha pasado de dejar atrás una grave lesión y buscar su sitio en el Alavés a quedarse en el Atlético, convertirse en titular e incluso debutar con Argentina.
En el Atleti, el futbolista se ha ganado a todos porque su presencia ha supuesto una inyección de energía para un equipo que, a finales de octubre, estaba lleno de dudas. Casualidad o no, siempre que Giuliano ha sido titular en esta temporada, el Atlético ha ganado: once de once. Las últimas diez, dentro de esta racha que ha aupado al equipo al liderato de Primera. La anterior, en Vigo y como carrilero izquierdo, no salió tan bien, aunque los rojiblancos ganaron igualmente. Partido a partido, el futbolista se ha ido revalorizando hasta el punto de que cuesta verle fuera del once.
“El fútbol son retos y me tocó uno desafortunado que no esperaba”, explicó el futbolista en agosto de 2023, tras la grave lesión que sufrió en un amistoso entre el Burgos y el Alavés, donde intentaba hacerse con un sitio tras haber rendido con nota en el Zaragoza, en Segunda. Aquella fractura le iba a dejar muchos meses fuera, pero volvió tras el parón navideño. El 2 de enero debutó con la camiseta albiazul y, aunque le fue costando porque el equipo ya estaba hecho, acabó ganándose a Luis García. Su primera titularidad fue precisamente contra el Atleti y fue el mejor del partido, dándole la tarde a Nahuel. Por aquel entonces, por cierto, estaba tasado en 1,5 millones de euros. En la recta final se asentó en el once y empezó a obtener recompensas.
Primero, a los Juegos; luego, al Atlético
La primera, la llamada de Mascherano para la selección olímpica de Argentina. Entró a última hora, pero no solo se coló en la lista definitiva y acudió a París junto a Julián Alvarez y compañía, sino que se hizo con un puesto en el once. A la vuelta le esperaba el Alavés para una segunda cesión, pero finalmente hubo cambio de planes y se le guardó una taquilla en el vestuario del Atlético, a las órdenes de su padre, con todo lo que eso suponía, para bien y para mal.
“Soy Simeone, pero quiero hacer mi camino como Giuliano”, ha dicho en varias ocasiones el futbolista. “Le tocó ir al Alavés, tuvo una lesión importantísima, se levantó, peleó y fue un jugador importante en Primera. De repente lo llaman de Argentina para un amistoso previo a los Juegos, lo aprovecha, va a París y llama la atención. Vos decís: ‘soy padre, no tonto’. Yo quiero ganar, se llame Simeone o se llame Pérez”, le contaba el técnico a Maxi en una reciente entrevista para Telemundo. “Los que corren juegan y los que no lo hacen menos”, explicó el Cholo tras el Atlético-Las Palmas, partido en el que Giuliano marcó su primer gol con el equipo. Era su segunda titularidad en Liga, días después de haberlo sido en Vic y apenas un par de semanas de aquel partido contra el Leganés que le elevó en los planes del entrenador, con aquella carrera a por un balón que se perdía y que terminó en asistencia de gol para Griezmann.
En este camino a la gloria, de meritorio a titularísimo en el Atleti en semanas, también tuvo el premio de la llamada de Scaloni para la absoluta. Giuliano fue citado en septiembre tras la lesión, pero no llegó a debutar; sí lo haría en noviembre, 10 minutos contra Perú. Paso a paso, el futbolista ha ido avanzando desde ser un futbolista que buscaba su sitio en Primera hasta verse consolidado en la élite y en un Atleti que promete pelea. El argentino demuestra que en el fútbol, como en la vida, un año puede dar para mucho...