En medio de una lluvia de penales, Oriente cerró el año con una nueva caída (4-3) en su visita a Real Tomayapo
Se bajó el telón de una de las peores campañas del equipo albiverde, sumido en una profunda crisis institucional y económica. Su futuro es incierto.
El DeberOriente Petrolero cerró una de sus peores campañas con un nuevo revés, al caer el telón del campeonato Clausura de la División Profesional. El albiverde lo experimentó ayer en Tarija a manos de Real Tomayapo que se impuso por 4-3 en un encuentro en el que fueron sancionados cuatro penales por el árbitro Juan Carlos Huanca que hasta dejó sin sanción un quinto muy evidente en el área visitante.
Parecía encaminada una goleada del local pero sobre los minutos de adición, con las conquistas del artillero Gilbert Alvarez, se hizo decorosa la caída del equipo dirigido por Joaquín Monasterio que llegó a Tarija desgastado por un largo viaje terrestre y una seguidilla de presentaciones.
La cuenta se movió temprano tras una mano de Ayrton Paz en el área y que Huanca cobró sin vacilar. Desde los doce pasos, Agustín Graneros se encargó de poner en ventaja a Tomayapo cuando se cumplían los 8’ mientras que sobre los 25’ Alba frenó con falta a Graneros y el argentino, una vez más, dejó sin chance a Bernal desde los doce pasos.
Sobre el filo de la etapa, Oriente acortó diferencias con un remate colocado de Álvarez tras una buena combinación con Villaroel en la mejor maniobra ofensiva de la visita y casi a continuación, Jhon García se perdió el empate orientista, fallando en la puntada final desde posición inmejorable.
En el complemento, Oriente volvió a sufrir por la fragilidad de su línea defensiva y Real Tomayapo elevó a tres el marcador con un disparo de Pablo Lima que se escurrió entre las piernas de Bernal que compensó esa falla con otras intervenciones de mérito.
El dueño de casa amplió a cuatro las cifras con el cuarto penal de la jornada sabatina y que cometió Fabio Vargas contra Rivaldo. De su ejecución se encargó Christian Arano para batir a Bernal mientras que en los minutos de adición, cuando menos se lo esperaba, Oriente estrechó el marcador con sendos goles de Gilbert Álvarez, el último desde el punto del penal, por una infracción de Carrasco contra Villaroel.
Fue una temporada para el olvido en la que Oriente no consiguió ninguna clasificación internacional y en medio de una profunda crisis institucional y económica sin atisbo de solución, tiene su porvenir ensombrecido.