El vestuario, más tocado que nunca
El empate contra el Betis en el tiempo de descuento dejó al equipo totalmente abatido y hundido: estas malas sensaciones se agravaron aún más tras el triunfo del Madrid en Girona.
Sin embargo, quince días después del rapapolvo, el equipo ha cometido los mismos errores que en Vigo, ahora además agravados por el hecho de que no había ni la coartada de que jugaban en inferioridad numérica. Eso sí, Flick tuvo que ver buena parte del partido desde la grada tras ser expulsado. Al técnico alemán no le gustó nada lo que vio en el campo y así se lo volvió a denunciar a sus pupilos, dejando claro que la situación empezaba a ser “preocupante”.
Cuentan que no fue una bronca tan vehemente como el día de Balaídos, pero que el cabreo de Flick era visible. Rictus serio, palabras duras y contundentes y un mensaje muy claro al vestuario: “O jugamos al cien por cien o no ganaremos partidos”. Una vez más, reproche del técnico al vestuario, pero con un tamiz más indulgente que en Vigo. Y es que, aseguran a AS, que Flick vio tan tocados a sus futbolistas que no quiso hurgar más en la herida, limitándose a remarcar los errores del equipo e incluso dando ánimos a los futbolistas para revertir la situación cuanto antes.
Un día después del empate en Sevilla, el equipo seguía tocado, conscientes que están empezando a desperdiciar demasiadas oportunidades. Evidentemente, tampoco ayudó el triunfo del Real Madrid en Montilivi (0-3), que le acerca a sólo dos puntos a los blaugrana. Caras serias, pocas palabras y mucha preocupación en la plantilla durante la sesión matinal de este domingo. De hecho, tanto ante el Celta como contra el Betis, se escaparon cuatro puntos cuando el equipo lo tenía todo a favor. Con esos cuatro puntos, el Barcelona lideraría la tabla con un colchón de seis puntos respecto al Real Madrid, con el equipo blanco con un partido menos.
Flick quiso que sus jugadores hicieran autocrítica y este domingo ni tan siquiera se reunió con ellos. Espera que el equipo vaya asimilando todos los errores para analizar abiertamente lo que pasó en el Benito Villamarín, con el fin de corregirlo cuanto antes, y sobre todo pensando que el miércoles juegan en Dortmund un partido que les podría dar virtualmente un pase directo para la siguiente fase de la Champions.