El “tecno nacionalismo” y la geopolítica de la innovación digital en el centro del World Strategic Forum 2024
La 13.ª edición del encuentro de protagonistas de la política y la economía que organizan el International Economic Forum of the Americas (IEFA) y el Adam Smith Center for Economic Freedom de la Universidad Internacional de Florida (FIU) comenzó en Coral Gables, Miami. Desglobalización, nuevas tecnologías, integración financiera y sostenibilidad fueron algunos de sus temas
El lema del foro, “Prosperar en la nueva economía”, fue el de la primera mesa redonda, que abrió tras las palabras de bienvenida de Bill Johnson, copresidente del WSF, ex director de PortMiami y exsecretario de Comercio de Florida, y Kenneth A. Jessell, presidente de FIU.
El “tecno-nacionalismo” y sus implicaciones globales
Diego Medone, fundador y CEO de Consulting IQ, coordinó el panel y lo abrió con una pregunta sobre cómo deberían prepararse las organizaciones ante la irrupción de la inteligencia artificial (IA), cuando la economía global experimenta un “cambio considerable” tanto por las tecnologías disruptivas como por la reconfiguración del comercio mundial.
“La IA es una suite transformadora de tecnologías y también ha dado lugar a algo que la gente llama tecno nacionalismo, que es un peligro para el crecimiento global y la armonía”, dijo Frank L. Holder, CEO de Holder Partners LLC. Señaló cómo el acceso desigual a recursos como los minerales raros, necesarios para la tecnología, está redibujando las cadenas de suministro. “Muchas empresas priorizan la resiliencia sobre la eficiencia”, en un panorama que crea contradicciones. “Estados Unidos invierte en fábricas de semiconductores, pero no puede producir un producto terminado sin depender de Taiwán”, ilustró.
La presidenta de Green Century Funds, Leslie Samuelrich, habló sobre las inversiones responsables y comparó cómo Europa, donde existen marcos regulatorios, va más adelante que Estados Unidos: “La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) emitió una serie de reglas, incluida la regla de nombres, que indica que el nombre de un fondo debe reflejar lo que realmente hace”, es decir que no se puede llamar “verde” si invierte en algo que no lo es. Pero en Europa, a estas alturas, está en evolución el concepto mismo de inversión sostenible. “Ha habido debates sobre si el carbón, el gas o la energía nuclear deberían incluirse en la inversión sostenible”, señaló ante el público del World Strategic Forum.
Samuelrich enfatizó que el cambio climático no es solo una cuestión de perspectivas: “El riesgo climático es riesgo material, y el riesgo material es riesgo financiero”, afirmó. Ignorar esta realidad, advirtió, podría poner a las empresas en desventaja. “Si no se trabaja para mitigar el cambio climático, al menos habría que pensar en la resiliencia climática”, agregó, en alusión a cómo se podrían ver afectadas las cadenas de suministro.
Kamran Ozair, CEO de Visionet, destacó que la adopción de la IA varía considerablemente entre industrias. “Muchas empresas luchan por identificar casos de uso adecuados más allá de los conceptos de prueba”, explicó. No obstante, destacó que algunas industrias, como la farmacéutica y la de los seguros, hicieron avances significativos.
En términos de inversión, dijo, las cifras son elocuentes: “El capital de riesgo ha invertido USD 50.000 millones en startups de IA en los últimos 18 meses”, dijo Ozair, y destacó el ascenso de Nvidia como la segunda compañía más valiosa del mundo, con una valoración de USD 3,5 billones de dólares. “Esto da una idea de hacia dónde fluye el dinero”.
Por último, la mesa de Medone abordó la cooperación internacional y los desafíos políticos. Holder destacó que la cooperación regional es más factible que la global: “Es fundamental, pero es difícil imaginar una cooperación global efectiva. La cooperación regional suele ser más funcional”. Y subrayó la importancia de la estabilidad institucional. “La estabilidad institucional, más que la política, es crucial para el crecimiento económico sostenido, aunque la polarización ha afectado este equilibrio”.
Geopolítica de la innovación digital
La segunda mesa siguió a las intervenciones de Martine Biron, ministra de Relaciones Internacionales y La Francophonie de Québec, y de Pamela Fuertes Berti, decana de la Escuela de Negocios Globales, Comercio y Transporte del Miami Dade College (MDC). “Somos la primera institución académica del estado de Florida que ofrece una licenciatura en inteligencia artificial, y además la IA se adopta como herramienta en todas nuestras disciplinas”, dijo la académica sobre MDC.
“Navegar la geopolítica de la innovación digital” fue el tema de esta mesa, que coordinó Daniel Korn, director de Gobernanza y Asociaciones de IA para Estados Unidos de Microsoft. “Todos reconocemos que la IA es la próxima gran tecnología de propósito general”, dijo, y la comparó con “la electricidad, el motor de vapor o la computadora”. Es difícil exagerar su potencial para impactar “todos los aspectos de la economía”, advirtió a los asistentes al 13º World Strategic Forum.
La difusión de una tecnología así depende de muchos factores: la escala, la buena gobernanza y la seguridad, enumeró. Y la inversión en infraestructuras en todo el mundo, lo cual abre el tema de la geopolítica. Nick Hill, director de Inteligencia en Crisis24, advirtió sobre los riesgos. “Las economías nacionales están invirtiendo en la infraestructura crítica necesaria para la transformación digital: desde nuestros centros de datos, a cables de fibra óptica pasando por la computación en la nube”, explicó. “Esto abre nuevas vulnerabilidades que actores estatales y no estatales buscan explotar”.
Hill destacó que “la infraestructura necesaria para entregar tecnología disruptiva es, en sí misma, disruptiva: el lugar donde se decide ubicar un centro de datos puede marginar a ciertas comunidades”, dijo como ejemplo. “La competencia por recursos se vuelve muy intensa. Y una cosa que sabemos sobre la energía eléctrica es que no se puede transferir globalmente”.
Nadia Pabst, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales y Normativos de Aypa Power, auguró que la convergencia de la digitalización y la transición energética marcará un hito para 2025. “Históricamente, las inversiones globales se han centrado en estas áreas por separado”, dijo. Ahora unidas, generarán un crecimiento en la demanda energética “absolutamente asombroso” para los centros de datos. Citó un informe reciente que proyecta un incremento en la carga de 60GW a 298GW para 2030, lo cual implica una aceleración muy superior a la conocida.
“La innovación avanza rápidamente, pero las regulaciones se mueven lentamente”, agregó Pabst otro tema a la conversación. “La IA y los centros de datos son demasiado complejos y amplios para que los reguladores puedan entenderlos completamente”. Para Combiz R. Abdolrahimi, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales y Políticas Públicas en ServiceNow, la solución está en un enfoque centrado en las actividades que se regulan, no en la tecnología: “Podemos liderar globalmente en gobernanza de la IA con un enfoque equilibrado que promueva la innovación y garantice la competitividad global”.