Courtois no se inmuta
Su nivel se mantiene excelso, pese a los volantazos del equipo. La de Bérgamo fue su noche con más trabajo esta temporada: hasta siete paradas.
Sergio López, As
Courtois, siempre Courtois. Quién puede parar al que lo para todo. Parece un trabalenguas, pero es un resumen. En un Real Madrid imperfecto, él se mantiene intacto. Gigante, milagroso. Como siempre. Confirmando que sus dos lesiones de la temporada pasada no son más que cicatrices de la vida. Pasado. Bérgamo fue un nuevo ejemplo de que sigue siendo Thibaut, aquel que para todo lo parable... y hasta algunas de esas que parecen imparables. Un portero único. La de anteayer fue su noche con más trabajo esta temporada: siete paradas. Y sin inmutarse.
Un recital sobresaliente. Porque el Madrid, que protagonizó un primer cuarto de hora eléctrico, pegó un chispazo y desapareció por momentos, quedando a merced de un Atalanta que atacó, atacó y atacó. Pero por más que sopló, la casa no cayó. Hubo dos sustos: el penalti (imposible) y el golazo de Lookman. Pero hasta ahí. Todo lo demás fue solventado por el gigante de acero de Chamartín. Parada, parada, parada, parada, parada, parada y parada. Hasta siete. Más que en ninguno de los otros partidos de esta temporada.
Por encima del Stuttgart
Casi 70 tiros
En total esta temporada le han hecho 69 tiros. Es decir, casi cuatro en cada encuentro y uno cada 23 minutos. De ellos, ha detenido 53, ostentando un 77% de paradas. Ese es el dato en una temporada donde el Madrid está tambaleándose en defensa como un castillo de naipes. Casi un 80% de paradas. Y las sensaciones hablan por sí solas. Courtois siempre está, siempre vuela. Es el oasis de seguridad en un equipo que poco a poco va encontrándose, carburando; pero que incluso en las peores, siempre ha tenido a su portero. A su coloso. Thibaut no se inmuta.