Cómo el estrés humano impacta en los perros, según un estudio
Una investigación de la Queen’s University de Belfast reveló que el estado psicológico de los dueños afecta directamente a sus mascotas. Los datos sugieren un vínculo estrecho en sus frecuencias cardíacas
InfobaeEstá comprobado científicamente que las mascotas alivian el estrés humano. El profesor doctor Juan Enrique Romero, médico veterinario, lo explicaba recientemente en su artículo en Infobae: “Estar en contacto con perros y gatos reduce los niveles de estrés y acompaña al organismo con respuestas positivas generadoras de sustancias benéficas”.
Así lo reveló un estudio de la Queen’s University de Belfast (QUB), Irlanda del Norte, Reino Unido, que se publicó en Applied Animal Behaviour Science. Los investigadores analizaron cómo los cambios en los niveles de estrés del dueño influyen en el estrés canino y llegaron a la conclusión de que el primero (en particular el estrés continuo) podía generar más estrés en el perro.
Así se hizo el estudio
Los científicos equiparon perros domésticos y sus dueños con monitores de frecuencia cardíaca. Analizaron la frecuencia cardíaca de perros cuyos dueños tenían distintos niveles de estrés. Descubrieron que los altos niveles de estrés de los dueños predecían un aumento de la frecuencia cardíaca en sus perros. Esto sugiere que los perros pueden responder a las preocupaciones de sus dueños con un estado de estrés similar.
El doctor Gareth Arnott, profesor de comportamiento y bienestar animal y coautor del estudio, dijo a QUB : “Los resultados de esta investigación indican que los perros pueden tener la capacidad de mostrar contagio emocional, que es el reflejo de la emoción y la referencia social, por ejemplo, dando señales para informar su reacción a una situación, hacia sus dueños en entornos nuevos”.
Y añadió: “Esta investigación también demostró que la frecuencia cardíaca de los perros disminuye a medida que se adaptan a nuevos entornos. Por lo tanto, se destaca la importancia de brindarles tiempo a los caninos para que se aclimaten a entornos nuevos, como las clínicas veterinarias, y cómo esto puede mejorar la precisión de los exámenes físicos realizados durante la consulta”.
La veterinaria y otra coautora del estudio, Aoife Byrne, agregó: “Esta investigación también subraya la importancia de incorporar métodos para mitigar el estrés de los dueños en los entornos veterinarios, ya que esto tiene el potencial de reducir también el estrés que experimentan sus perros. Implementar los resultados de esta investigación puede mejorar el bienestar tanto de los dueños como de sus perros”.
Cómo saber si mi perro está estresado
Reconocer los signos de miedo en nuestro perro es fundamental para intervenir de manera efectiva. Aunque cada perro puede reaccionar de manera diferente, existen algunos comportamientos comunes que indican que un perro está asustado:
- Esquivar y esconderse: El perro puede buscar refugio bajo muebles, en su cama o en cualquier lugar donde sienta que está a salvo.
- Ladridos excesivos: algunos perros reaccionan al miedo mediante ladridos constantes o aullidos.
- Salivación y jadeo: el estrés puede causar que el perro salive más de lo habitual y respire de manera acelerada.
- Postura corporal tensa: un perro asustado puede encorvarse, mantener la cola entre las patas traseras o adoptar una postura rígida.
- Intentos de fuga: los perros con un nivel extremo de ansiedad pueden intentar escapar, buscando abrir puertas o ventanas.
Otros estudios sobre la relación entre perros y humanos
Existen muchos estudios acerca de este estrecho vínculo. Una investigación reciente descubrió que los cerebros de los perros y los humanos parecen producir las mismas “ondas cerebrales” cuando hacen contacto visual.
Otro estudio, también de la Universidad de Queen’s en Belfast, confirmó que los perros pueden detectar el estrés humano observando señales fisiológicas. Al igual que otros estados emocionales intensos, el estrés produce una alteración en los patrones de sudoración y en los cambios químicos asociados a la respiración humana. Estas variaciones crean un perfil olfativo que, según el estudio, los perros pueden distinguir con un alto nivel de precisión.
Otra investigación demostró que la convivencia con un perro es una experiencia enriquecedora para la mente. Esto fue comprobado en un estudio publicado en la revista científica PlosOne. Los investigadores evaluaron la manera en la que distintos tipos de actividades con perros impactan tanto en el cuerpo como en la mente de las personas. Desde caminar juntos hasta darles un masaje, cada interacción puede generar efectos psicológicos y emocionales diferentes y positivos.