Diario digital de noticias de Bolivia y el mundo
En las imágenes podemos ver el nivel de detalle de los orcos y cómo grababan en el set.
Aparecen en internet 20 imágenes del proceso creativo de 'El Señor de los Anillos'. Desde los momentos en los que se precisó de croma para plasmar la Tierra Media hasta los parajes naturales de Nueva Zelanda. Estamos ante un trozo de historia del cine que ahora podemos ver en las mejores condiciones posibles.
Las tropas de Sauron eran dobles reales. Salvo momentos concretos como los planos abiertos en las batallas multitudinarias, detrás de cada coraza se encuentran humanos que en aquellos momentos no sabían que estaban viviendo en directo historia del cine moderno.
Las espadas y el equipamiento de la Tierra Media estaba replicado por artesanos que fabricaron todo tipo de utensilios para que los actores los utilizaran durante el rodaje.
La espada de Frodo, 'Dardo', estaba recreada a todo lujo de detalles, aunque en la vida real no brillaba cuando se acercaba un orco...
Como decíamos, el croma intervino poco durante la grabación de la trilogía. Evidentemente tuvieron que utilizarlo por una cuestión lógica: la arquitectura y ciertos parajes de la Tierra Media eran imposibles de replicar en la vida real. Aun así, ves las películas y notas que hay muy poco 'falso'.
Cada humano elegido para trabajar como orco debía someterse a un laborioso proceso de maquillaje que les llevaba varias horas completar. No hay nada de CGI en el rostro de los temidos enemigos.
Cada toma se medía al milímetro para cuadrar el mensaje que querían transmitir sus productores.
Los maquillajes convertían a los actores en verdaderos monstruos.
El actor tras Gollum compartía su sabiduría con el resto del reparto cuando no tenía que intervenir en las escenas.
Sin el aura que aporta la magia del cine, los elfos son más humanos que nunca. Pese a sus blancos atuendos, el brillo que tienen en la Tierra Media es único de ese entorno.
Cuando los actores veían una pantalla verde sabían que viajarían a un lugar de ensueño.
El sudor o el mismo viento eran algunos de los elementos que podían romper la estética de los maquillajes de los orcos. Por eso los retoques en pleno set eran necesarios.
Los caballos eran una parte totalmente normal del paisaje del rodaje de las películas.
En tu pantalla la escena ocurre de manera natural, pero durante la grabación los actores deben lidiar con cámaras de veinte y pico pulgadas casi en su cara. Abstenerse de todos los que le rodean forma parte de los gajes del oficio.
Escudos, antorchas, espadas... la carga de los orcos era real.
Los estandartes ondeaban minutos antes de la batalla. Nadie sabía qué era la IA: la realidad mandaba.
Los parajes de Nueva Zelanda fueron el escenario elegido para dar vida a la Tierra Media. El país les agradeció eternamente haber podido recrear el universo de Tolkien.
Es realmente espectacular poder hacer zoom en las armaduras y rostros de los orcos para observar todos los detalles que los maestros artesanos pusieron en la recreación de estos enemigos.
Portar tremendas armaduras requería un descanso de cuando en cuando.
En las imágenes podemos ver la juventud de un Peter Jackson que estaba haciendo historia del cine de fantasía.