MILAN 0 - 0 JUVENTUS / En San Siro gana el aburrimiento

Milan y Juventus se anulan en 90 minutos sin emoción ni goles. La Vecchia Signora suma su cuarto 0-0 en este campeonato y sigue sin derrotas, los ‘rossoneri’ dejan el campo entre pitos.

Mirko Calemme
As
La Juventus termina sus citas en San Siro para esta temporada de Serie A con dos empates totalmente distintos. Si con el Inter tuvo lugar un inolvidable 4-4, el encuentro con el Milan terminó con un 0-0 cuyos números hablan claro sobre sus emociones. Los equipos sumaron apenas tres remates a puerta en total (uno de los locales, dos de los visitantes) y cerraron con, respectivamente, un 0.29 y un 0.45 en el dato de los expected goals. Fue un partido aburrido, más que bloqueado, que los tifosi del Meazza cerraron con una gran pitada en su final y que no mejora la clasificación de los contrincantes: la Juve marcha quinta, a tres puntos del liderato del Inter (a la espera del Nápoles-Roma de mañana) y el Milan, séptimo, a seis puntos de los puestos de Champions.

La Vecchia Signora, eso sí, tuvo al menos la excusa de haber llegado a la cita con una catarata de bajas. En la larga lista figuraban también los nombres de Arkadiusz Milik, Nico González y Dusan Vlahovic, así que Thiago Motta tuvo que salir de inicio con una pareja ofensiva inédita (McKennie-Koopmeiners, apoyados por las llegadas de Yildiz y Conceiçao). En el banquillo, el italobrasileño apenas tenía disponibles a siete jugadores, de los cuales dos eran porteros.

El Milan, por su parte, pudo alinear a Morata y Leao en su once, pero Fonseca optó por Musah en el tridente, lanzando a Pulisic, todavía tocado, solo en los últimos 20 minutos. En la primera parte, los de Turín intentaron coger las riendas del partido, pero nunca crearon verdaderos peligros. Lo intentaron el incansable Cambiaso, cada vez más un pilar del equipo, y Koopmeiners desde lejos. Los rossoneri se acercaron a la portería rival solo a seis minutos del descanso con un pase de Leao para Thiaw que disparó fuera.

Si los primeros 45′ fueron descafeinados, los segundos dieron la ilusión, en algunos momentos, de un partido más abierto. Esa sensación, sin embargo, terminaba siempre con remates sin puntería ni fuerza o con jugadas lentas que se topaban con el muro del rival. El guion fue idéntico al de la primera mitad y San Siro gritó solo para una caída en el área de Leao, que pidió un penalti que no era. No pasó mucho más y los contrincantes, finalmente, parecieron contentarse con evitar la derrota, resultado que la Juve todavía no conoce en este campeonato. Eso sí: con este, los bianconeri suman ya cuatro 0-0 en 13 jornadas.

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