Madrid-UEFA: el conflicto sin fin

Florentino Pérez cargará contra el organismo europeo, con el que lleva en disputa desde 2021 a causa de la Superliga. El reciente Balón de Oro ha enconado aún más el desencuentro.

Manu de Juan
As
Florentino Pérez realizó su clásica reunión con algunos compromisarios antes de la Asamblea General que tendrá lugar este domingo en la Ciudad Real Madrid de Valdebebas. A diferencia de otros años, en que se metía en harina sobre ciertos temas, en este caso el presidente blanco se centró en la parte de las cifras y dejó las opiniones sobre los distintos temas que rodean al club para el domingo. ¿El motivo? Su deseo de que no se filtrase nada de forma anticipada. No porque sean cosas que merezcan más o menos grado de secretismo, sino porque es su deseo que se vean pronunciadas en boca del máximo dirigente del Real Madrid. Centrar el tiro. Y ese tiro va a tener como objetivo a la UEFA.

El enfrentamiento del Madrid con el organismo futbolístico europeo no es nuevo. La relación entre ambos siempre ha tenido una cierta tensión soterrada, pues el proyecto de montar una competición al margen de la Champions siempre estuvo ahí, ya desde los años 90. El G14, es decir, el grupo de los 14 clubes más importantes de Europa, ya amenazó con una idea similar a la de la Superliga a inicios de siglo, ya con Florentino Pérez en la presidente del Madrid. Pero nunca como ahora se dio ese paso adelante, que hizo que las relaciones entre Madrid y UEFA hayan saltado por los aires en los más altos niveles; en los intermedios y bajos, la relación es cordial en lo necesario: organización de partidos y eventos, logística de viajes, etc.

Florentino y Ceferin.
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Florentino y Ceferin.

El germen del conflicto actual está en el 18 de abril de 2021, fecha en que se anunció con un comunicado a los medios la creación de la Superliga, un proyecto sin fecha de inicio fijada, pero que amenazaba la primacía de la Champions. Entonces incluía a 12 clubes, todos miembros de forma permanente, una nómina que se quería que creciese a 15 (faltaban Bayern, PSG y Dortmund), con otras cinco plazas dependientes de méritos deportivos.

El anuncio llegó a última hora, después de muchas horas de runrún en torno a que se iba a producir, tanto que Aleksander Ceferin, presidente de UEFA, llamó a Andrea Agnelli, su homólogo en la Juventus y entonces presidente de la ECA (Asociación de Clubes Europeos), para preguntarle si había algo de cierto en ello. Agnelli lo negó y aquello produjo una ruptura que trascendió a lo personal: les unía una amistad de varios años y Ceferin es padrino de uno de los hijos de Agnelli. “A mis ojos, ese hombre ya no existe. Pensé que éramos amigos, pero me mintió en la cara hasta el último minuto del último día”, dijo semanas después Ceferin.

Y Florentino se significó claramente como uno de los líderes del proyecto, comenzó a dar entrevistas (una de ellas, a AS) y acumuló buena parte de la furia de UEFA, que tachó el proyecto de “desgraciado y charlatán”. En público, el presidente de UEFA no se ha centrado demasiado en Florentino, pero en privado sin duda sí: en unos audios enviados a Rubiales que fueron filtrados, decía del presidente del Madrid que era “¡un idiota y un racista!”, al tiempo que consideraba que el proyecto de la Superliga “arruinaría el fútbol y su entorno” al ser una intención “egoísta”.

Florentino Pérez, presidente dle Real Madrid, y Ceferin, su homólogo en la UEFA.
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Florentino Pérez, presidente dle Real Madrid, y Ceferin, su homólogo en la UEFA.

Desde entonces, las relaciones se Madrid y UEFA están bajo mínimos. Han tenido que verse las caras Florentino y Ceferin, porque en este lapso ha jugado (y ganado) el club blanco dos finales de Champions, en París 2022 y Londres 2024. En ambas hubo cenas de gala en la noche previa y presencia en el palco y en la entrega de trofeos. Al mismo tiempo tenía lugar en los tribunales de las instituciones europeas un proceso para ver si un proyecto como la Superliga era o no legal, con una resolución que sin duda fue un espaldarazo, pues consideraba que UEFA comete abuso de posición dominante y va contra la libre competencia en el mercado.

Con todo, el proyecto sigue bajo el radar, de momento. Nueve de los 12 miembros se bajaron en los días posteriores ante las presiones recibidas y las manifestaciones que se produjeron en Inglaterra (que aportaba seis de los 12 clubes) y la Juventus, tras cambiar de directiva, también parece fuera del intento ahora. Aunque en el Madrid proclaman que todos siguen en la sociedad creada para gestionar el torneo de forma legal, pues ninguno se ha salido formalmente. Es de esperar que en la junta Florentino haga mención a la marcha de este proyecto, que en los últimos meses ha revelado ciertos detalles: cambio en la clasificación para eliminar los miembros permanentes y que todo sea por mérito deportivo, un total de 60 equipos en tres categorías y, según dice la empresa A22, la que gestiona el proyecto, fútbol completamente gratis a través de una aplicación llamada Unify, con todos los ingresos llegando a través de la publicidad.

El Balón de Oro, último asalto

Sin embargo, un hecho ha encarnizado la batalla en fechas recientes: el Balón de Oro. El galardón sigue siendo entregado por France Football, pero a partir de este año se ha metido UEFA en la organización del mismo, aunque sin cambiar el método de votación (lo eligen los periodistas designados por France Football en los 100 primeros países del ranking FIFA; en España vota Alfredo Relaño, Presidente de Honor de AS). La sola presencia de UEFA ya hizo que el Madrid torciese el morro.

Y lo que sucedió en la última edición del premio provocó un desplante general: Vinicius se veía ganador y, de no ser así, en el Madrid no se concebía que el vencedor no fuese alguien del equipo blanco, que había arrasado ganando Liga y Champions el curso anterior. Pero France Football no confirmó el resultado al Madrid y cuando llegaron informaciones al club de que el designado iba a ser Rodri, se paralizó el viaje de unas 50 personas a París. El español recibió el premio por sus méritos con el City (campeón de la Premier) y con España (ganador de la Eurocopa). Las votaciones demostraron que la presencia de varios madridistas en los puestos altos (Vinicius fue 2º, Bellingham 3º y Carvajal 4º) acabó perjudicando al brasileño, que perdió por sólo 41 puntos. Pero en el Madrid la sola presencia de UEFA ya fue motivo suficiente para considerar que había jugado un papel en el desplante. Y de eso, también, hablará Florentino el domingo.

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