La historia de Gustavo Costas, por y para Racing: el ídolo que volvió por amor

El DT que vive los partidos como lo que es: un hincha más. Fue mascota en 1967, como jugador había ganado el último título internacional en 1988 y le devolvió la gloria en la Copa Sudamericana como DT.

Federico Gullo
TyC
"Llegó el momento de ganar lo que queremos, que son las copas internacionales", declaró Gustavo Costas. No en los últimos días, sino que a fines de 2023, cuando asumió como director técnico de Racing. A pocos menos de un año, La Academia ganó la Sudamericana tras superar 3-1 a Cruzeiro en La Nueva Olla, cortando así una sequía de 36 años sin títulos continentales: el último había sido la Supercopa de 1988, ante el mismo rival, y uno de los defensores era el hoy entrenador, un hombre ligado al club de toda la vida.

Cuando uno piensa en el hincha de Racing, se imagina a un fanático. Así se hacen sentir: más de 300 mil hicieron la fila virtual para conseguir uno de lo 12.500 tickets que le dio Conmebol, muchos otros compraron neutrales y algunos valientes incluso adquirieron las entradas del lado del elenco brasileño. "Están todos locos", dijo el DT días atrás en conferencia de prensa. Él incluido. "Está enfermo por Racing", aseguraron algunos de los propios futbolistas que hoy dirige. Es DT, fue jugador y hasta mascota, y siempre con el amor por los colores por delante.


Costas, de mascota del Equipo de José a campeón como jugador

Gustavo Adolfo Costas nació el 28 de febrero de 1963 en Buenos Aires y rápidamente adoptó un amor por Racing. Pisó el césped del Cilindro por primera vez con apenas tenía tres años, cuando fue la 'mascota' del famoso Equipo de José, dirigido por Juan José Pizzuti y que ganó el Torneo de 1966, la Copa Libertadores de 1967 y la Copa Intercontinental de ese mismo año, consagrándose como el primer equipo argentino en ser campeón del mundo.

Costas Rulli
Un Gustavo Costas de tres años en brazos de Juan Carlos Rulli, gloria de Racing.

Se inició como futbolista en las inferiores de La Academia y su sueño de debutar en la máxima categoría se hizo realidad en 1981, con apenas 18 años. Un aguerrido defensor central, rápidamente se ganó un lugar en el plantel profesional, aunque no todo fue color de rosas: en 1983 formó parte del equipo que descendió a la segunda división. Lejos de bajar los brazos, la luchó por dos temporadas junto a sus compañeros y en 1985 regresaron a Primera. Tres años después le llegó la gloria.

El Racing de Alfio Basile disputó la Supercopa de 1988, un torneo, ya extinto, que jugaban todos los campeones de Copa Libertadores. La Academia eliminó a Santos en cuartos de final, a River en semis y en la final se vio las caras con Cruzeiro. Fue triunfo 2-1 en el Cilindro y empate 1-1 en Belo Horizonte, y el elenco de Avellaneda se coronó como el primer equipo argentino en ser campeón en Brasil, con figuras como Ubaldo Matildo Fillol en el arco, Rubén Paz en el ataque, y Gustavo Costas en la defensa.

Gustavo Costas 1988
Gustavo Costas (2) con el equipo de Racing campeón de la Supercopa de 1988.

Cuatro años más tarde, en 1992, volvió a llegar a la final del certamen dejando afuera a Independiente en octavos, a Nacional en cuartos, al Flamengo en semis y el título lo volvió a disputar, paradójicamente, con Cruzeiro, aunque esta vez los brasileños no perdonaron, golearon en la ida 4-0 y el 1-0 en Avellaneda no alcanzó.

La ayuda de Costas en el momento más difícil de Racing

Como jugador de Racing, Gustavo Costas jugó 337 partidos, convirtió nueve goles y alzó la Supercopa 1988. Fue en dos ciclos, el primero de 1981 a 1992, emigró dos temopradas a Locarno de Suiza y en 1994 regresó a La Acadamia hasta 1996, año en que se fue a Gimnasia de Jujuy hasta su retiro en 1997. No tardó mucho en volver a Avellaneda: en 1999 asumió en dupla técnica con Humberto Maschio, gloria del club.

Gustavo Costas Maschio
Gustavo Costas hizo dupla técnica con Humberto Maschio como DT's en Racing en 1999.

Aquella época retrata una página oscura en la historia de Racing. El 4 de marzo de ese año, la síndico Liliana Ripoll aseguró ante los medios que Racing había "dejado de existir", luego de que el por entonces presidente Daniel Lalín presentara la quiebra. Tres días más tarde debía comenzar el torneo local y La Academia estaba inhabilitado para jugar. Sin embargo, hinchas se autoconvocaron al Cilindro y llenaron la cancha a pesar de que no había partido programado. Cerca de 30 mil personas coparon el Estadio Presidente Perón, tanto en sus tribunas como dentro del campo de juego. Entre ellos, Gustavo Costas, el DT.

El recuerdo de Costas en medio de la quiebra de Racing

El recuerdo de Costas en medio de la quiebra de Racing

"Desde temprano me empezaron a amenazar con que no vaya al estadio. Me llamó el juez, siguieron las amenazas, que las íbamos a pasar muy mal. Tomé la decisión de llamar a Teté (Quiroz) y a Coco Reinoso y decirles que nos juntábamos en 9 de Julio e Independencia para ir todos juntos al estadio", declaró alguna vez. "Les quiero agradecer a todos los que nos acompañaron porque no le tuvieron miedo a nada", sentenció.

Pero además, fue una pieza fundamental para el levantamiento del Predio Tita Mattiussi, lugar del que hoy salen las joyas del club y donde se iniciaron, entre tantos otros, Lautaro Martínez y Rodrigo De Paul, campeones del mundo con la Selección Argentina. "En la época de la quiebra venían los hinchas a traerme plata a mi casa para salvar al club. La síndico Liliana Ripoll, que quedó retratada en una canción, nos ayudó bastante. Pasamos de deber un millón a deber 65 millones. Ella nos bancó a muerte porque fue una guerra en la que hubo de todo: aprietes, te cagaban a tiros, pasaban por tu casa para amenazarte. Todo eso lo hacían para quedarse con el club", contó en Clarín.

Como si fuera poco, reveló que se comunicó personalmente con Carlos Menem, Presidente de La Nación, y le pidió unos predios de Ezeiza y de Avellaneda. "El de Ezeiza olvidate, pero el de Avallenda sí", le dijeron. Y así nació el Predio Tita Mattiussi. "Hacíamos de todo. Se abrieron cuentas bancarias a mi nombre y de Teté Quiroz para salvar el predio. Todavía me acuerdo de los fines de semana en el Tita repleto de hinchas de todas las edades ayudando. Eso no pasó en ningún lugar del mundo", sentenció.

Gustavo Costas Tita
Gustavo Costas recibió un reconocimiento en el Predio Tita cuando volvió a Racing.

Dos ciclos olvidables y el regreso por la gloria

Más allá de los conflictos institucionales, Costas dirigió el Clausura y el Apertura de 1999, y gran parte del Clausura 2000. En total, estuvo al mando de Racing por 50 partidos, de los cuales ganó 14, empató 18 y perdió los 18 restantes. El segundo ciclo de Gustavo en el club de sus amores fue en 2007, en lo que fue otro momento complicado de la institución. En aquella época Blanquiceleste, la empresa que había gerenciado al club luego de que presentara la quiebra, también mostraba problemas financieros.

Al darse su nueva salida tras 24 partidos (9 ganados; 5 empatados; 10 perdidos), Costas recaló en Olimpia de Paraguay y, por una deuda que tenían con él, se presentó en el Juzgado Comercial N° 20, Secretaría 39, y pidió la quiebra de Blanquiceleste. "Le hice juicio al gerenciamiento por esta deuda de cuando era entrenador. Pero un día vino mi abogado y me contó que la demanda se había trasladado al club y que teníamos que ir contra Racing. Le pedí que diera todo de baja", aseguró.

Gustavo Costas 2007
Gustavo Costas durante su segundo ciclo en Racing, en 2007.

Aquella parecía ser la última vez de Gustavo vinculado directamente a La Academia, pero el amor nunca cambió. "Primero soy de Racing y después argentino", aclaró más de una vez. Los años pasaron, fue campeón con Alianza Lima en Perú, Cerro Porteño en Paraguay, Barcelona en Ecuador e Independiente Santa Fe en Colombia, y un día le llegó el llamado que creyó que nunca recibiría: tras la salida de Fernando Gago y el interinato de Sebastián Grazzini, Gustavo Costas fue el elegido.

Costas, en su presentación en Racing: "Vengo para llevarlo a lo más alto"

Costas, en su presentación en Racing: "Vengo para llevarlo a lo más alto"

"Lo que siento en este momento pensé que nunca más lo iba a vivir, pero la vida me dio una posibilidad más. Estoy muy contento, ilusionado", declaró el día de su presentación ante los hinchas. "Venimos acá por todo, porque sé lo que piensan y quieren ustedes, la mitad de mi cuerpo está con ustedes, es la que quiere, la que me va a putear si me equivoco, y esa mitad también quiere cosas importantes", agregó luego.

Por supuesto que dejó en claro una vez más su amor por el club y ya pedía por lograr cosas importantes. "Al amigo, al amor de nuestra vida, nunca lo dejamos solo. Nos encadenamos en la sede y estuvimos siempre al lado. Hoy yo les exijo a ustedes que nos pidan, porque Racing ya puede competir con cualquiera, no es como antes, tenemos que ir por algo grande", aseveró.

"Sería el gran sueño de mi vida poder llevar a Racing a lo más alto, lograr cosas internacionales, campeonatos. Cuando estuvimos unidos lo salvamos, logramos cosas importantísimas. Entonces estemos más unidos que nunca, que estando unidos vamos a lograr cosas hermosas", cerró. Sin dudas que lo logró.

La emoción de Costas en la presentación en Racing

La emoción de Costas en la presentación en Racing

Gustavo Costas vive los partidos de una manera especial. Corre como si fuera un carrilero y celebra los goles como un hincha más. Porque eso es lo que es. Tal vez el que más conoce a Racing. Quizás el que mejor representa a un fanático de La Academia, pero no a uno cualquiera.

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