INTER 1 - 1 NÁPOLES / El Nápoles sufre, pero sigue líder
Los ‘azzurri’ lograron un empate a uno en su visita al Inter, que falló un penalti con Calhanoglu, y siguen en la cima de la tabla en solitario, con un punto de ventaja.
Inzaghi pudo salir de inicio con su once de gala completo, utilizando a todos los hombres clave que había decidido conservar contra el Arsenal. Conte, por su parte, tuvo que renunciar al menos de inicio a un tocado Lobotka, utilizando a Gilmour en su lugar. En la delantera azzurra, obviamente, actuaba un Lukaku que ya es enemigo público número uno en San Siro. Pitos, insultos y cánticos en su contra aparecían cada vez que el balón se acercaba a la zona del belga, que vivió un encuentro apagado. El plan de los sureños fue coherente con lo que mostraron hasta ahora: una defensa rocosa, liderada por un gran Buongiorno, que concede muy, muy poco, y transiciones con peligro. Los milaneses se quedaron con el balón durante la mayoría del primer tramo de encuentro, pero chocaban contra el muro de los sureños, que aguantaba bien. Los visitantes, poco a poco, comenzaron a salir de su área y, tras un intento de Kvaratskhelia neutralizado por Sommer, abrieron inesperadamente la lata.
Ocurrió en el 23′, cuando un córner del georgiano peinado por Rrahmani llegó en el área chica a McTominay, que empujó el balón entre palos.
El gol despertó definitivamente a los nerazzurri, que pusieron las tablas justo antes del descanso. Calhanoglu, olvidado por Gilmour en la frontal, se sacó de la chistera uno de sus derechazos, que le dobló las manos a Meret.
El monólogo de los interisti se hizo asfixiante en una reanudación que se abrió con un gran disparo de Dimarco al poste. El lateral fue el hombre más peligroso de los suyos y, recibiendo de Thuram, se topó con Meret con un remate dentro del área, aunque la ocasión, que pudo cambiar la noche, se construyó en el otro costado, con Dumfries. El holandés recibió en el área y fue tumbado por Anguissa, propiciando un penalti que tuvo algo histórico: el primer error de Calhanoglu desde los 11 metros. El turco había anotado las anteriores 19 penas máximas con su actual equipo, pero en este caso su lanzamiento se estrelló en el interior del poste.
El asedio del Inter, tras un disparo de Barella, perdió fuelle en los últimos 15 minutos, en los que el Nápoles reapareció, cerrando el encuentro con su última emoción, construida por dos revulsivos. En el descuento, Ngonge asistió con un centro raso a Gio Simeone, que remató al primer toque rozando la portería de Sommer. Hubiese sido demasiado premio para los napolitanos, que deben contentarse con mantener el liderato en solitario tras 12 jornadas y haberse llevado, entre Milan e Inter, cuatro puntos de dos visitas a San Siro. Casi nada...