El renacer de las camisetas infantiles: los estilos de los 90 que conquistan la moda actual
El regreso de esta prenda conquistó tanto a celebridades como a jóvenes diseñadoras. Con su corte entallado y versatilidad, se adaptan a estilos modernos y celebran la inclusión de todos los tipos de cuerpo sin restricciones de edad o talla
Caruso, escritora independiente y asesora de marcas en Los Ángeles, considera que este estilo camisero es ideal para su estatura pequeña. “Esta tendencia está prácticamente hecha a mi medida”, afirmó. “La mayoría de las camisetas infantiles me llegan apenas cerca del ombligo, lo que me da más flexibilidad para usarlas con algo de cintura alta”.
Las camisetas de bebé --esas camisetas ultra entalladas, a veces de manga casquillo, a veces cortas-- han vuelto. Y aunque mujeres como Caruso o Kirke (por no hablar de las aficionadas a las ombligueras como Kendall Jenner, Hailey Bieber y Bella Hadid) sean lo bastante delgadas como para realmente ponerse una camiseta de niño, ahora hay muchas más opciones que abarcan generaciones y tipos de cuerpo.
“Es muy versátil y puede resultar muy favorecedora”, explicó Hill. “Puedes usarla en un contexto realmente informal o puedes llevarla con una falda de seda, por ejemplo, y vestirla un poco más elegante, muy al estilo de lo que veíamos hace unos 30 años”.
La camiseta infantil también es una prenda ideal para los meses más fríos, debajo de suéteres o, para un look retro, debajo de un vestido de tirantes.
Caruso encontró la primera camiseta infantil de su vida adulta en una tienda de segunda mano, sin darse cuenta de que era una talla de niño hasta que la llevó a casa y se fijó en la etiqueta de Carter’s. “Realmente me gustó el corte”, dijo. “Era una ombiguera perfecta y tenía una especie de hombro con manga casquillo”. Otras camisetas infantiles de su armario están hechas para adultos y suele combinarlas con chamarras de cuero y pantalones de mezclilla holgados o culottes de cuero y un saco.
A Meaghan Elliott, de 22 años, recién licenciada en diseño gráfico y residente de Filadelfia, le gusta “comprar una camiseta de talla infantil en lugar de la de mujer”, dijo. Uno de sus hallazgos recientes favoritos es una camiseta infantil con estampado xilográfico que encontró en Rhode Island y en la que aparece el carrusel Flying Horse.
Elliott dice que solía combinar sus camisetas infantiles “estrictamente para crear el look de la parte de arriba diminuta y los pantalones grandes”, pero que recientemente ha optado por combinarlas con unos pantalones de mezclilla de tiro bajo y corte para bota. “He estado viendo muchos episodios viejos de Sabrina, la bruja adolescente”, explicó.
“He oído que si ya pasaste por una moda una vez en tu vida, si vuelve otra vez, no es para ti”, dijo Tabitha St. Bernard-Jacobs, de 43 años, madre de dos hijos, escritora y organizadora de la Marcha de las Mujeres que vive en el norte de Nueva Jersey. “Y yo he ignorado completamente esa regla”. Le gusta cómo las mangas cortas hacen que sus hombros se vean “más definidos”, añadió.
Mecca James-Williams, de 31 años, estilista y editora de la plataforma de cultura y comercio Jam, que divide su tiempo entre Manhattan y Jamaica, ve las camisetas infantiles como una celebración de la feminidad. Dice que le parecen “clásicas y relajadas” a la vez que “sexis y bonitas”. Las compra en tiendas vintage, eBay o marcas como Meji Meji y Uniqlo.
Katie Sturino, defensora de la aceptación del cuerpo y fundadora de la marca de cuidado corporal Megababe, que vive en Nueva York, recuerda que la moda de las camisetas infantiles de sus años preparatorianos no era precisamente inclusiva. “Mis amigas compraban ropa de niños y se la ponían”, contó Sturino, de 43 años. “Yo nunca podría hacer eso”.
Hill observó una diferencia significativa entre la actual iteración de la tendencia de las camisetas infantiles y su predecesora de los 90. “Había una visión muy estrecha de la belleza y de los tipos de cuerpo que estaban de moda” durante su primera época, dijo, pero cree que ahora es diferente. “Veo mucha aceptación de estos estilos que pueden sentar bien a cualquiera. Y no creo que estén necesariamente limitados por la edad, el sexo o el tipo de cuerpo”.
Sturino se mostró de acuerdo. “Se puede volver a una tendencia”, dijo, “sin traer consigo el antiguo comportamiento tóxico”.