El gobierno de Bolivia suspendió el diálogo con el sector “evista” del MAS tras las agresiones en la Asamblea Legislativa
El viceministro Juan Villca explicó que los legisladores afines a Morales se mostraron “beligerantes”, dificultando cualquier avance en las conversaciones
Según el viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales y Sociedad Civil, Juan Villca, esta situación fue informada a la Defensoría del Pueblo, que se ofreció como mediadora en el conflicto interno del partido
Villca explicó que los legisladores afines a Morales, conocidos popularmente como el sector del “evismo”, se mostraron beligerantes, dificultando cualquier avance en las conversaciones.
“Las condiciones de beligerancia, de belicosidad, la poca actitud de respeto, la violencia que han ejercido los legisladores representantes de una facción hoy conocida como ‘evismo’ (...) dejan mucho que desear”, sostuvo Villca. En este sentido, agregó que “bajo esas condiciones” el Gobierno no puede establecer “ninguna mesa de diálogo”, atribuyendo la responsabilidad de un eventual acercamiento a los seguidores de Morales, a quienes instó a “reflexionar” para evitar incidentes como los ocurridos en la Asamblea.
Durante la sesión en la que Arce debía presentar su informe anual, los diputados “evitas” intentaron tomar el estrado principal y atacaron con agua y tomates a David Choquehuanca, vicepresidente del país y presidente del Legislativo.
Además, los manifestantes destrozaron una decoración floral, generando un ambiente de caos en la cámara. Ante esta situación, Arce optó por dar su discurso en la plaza Murillo, en el centro de La Paz, donde calificó las acciones de los legisladores de Morales como un “acto vandálico”.
En su discurso, el presidente Arce afirmó que los actos violentos no representan al pueblo boliviano ni su sentir.
“Lo que hoy hemos visto no es lo que somos los bolivianos, ni representa el sentir popular. Lo que hoy el mundo ha presenciado es a un grupo de personas seguidoras de Evo Morales, que continúa dañando a nuestra patria por imponer una candidatura inconstitucional y por buscar impunidad en sus procesos judiciales”, expresó Arce en referencia a las tensiones por la posible candidatura de Morales para las elecciones de 2025 y los procesos judiciales en su contra.
Las divisiones entre Arce y Morales se profundizaron desde finales de 2021 debido a desacuerdos en la administración estatal, la renovación de la dirigencia del MAS y la decisión sobre el candidato del partido para los comicios de 2025.
El conflicto interno del MAS se agravó recientemente tras conocerse una investigación penal contra Morales por presuntos delitos de trata de personas y estupro, lo que el ex presidente ha calificado de “persecución política” para bloquear su participación en las próximas elecciones.
Como respuesta a la investigación, seguidores de Morales mantuvieron bloqueos durante 24 días en varias rutas del centro del país, exigiendo la habilitación de la candidatura de su líder, además de reclamar soluciones a problemas económicos, la renuncia de Arce y el adelantamiento de los comicios.
La Defensoría del Pueblo, que se ha ofrecido como mediadora en esta disputa, lamentó la falta de avance en el diálogo y emitió un comunicado en el que exhorta a ambas facciones del MAS a que prioricen “el bien mayor para la población boliviana” y recordó que “la vía del diálogo solo es posible bajo la responsabilidad y voluntad real de las partes”.