Copa Libertadores | At. Mineiro 1- Botafogo 3 Va por ti, Garrincha
Lo que Botafogo no pudo ganar con su mítica leyenda, lo logró en una final épica de Libertadores. El Fogão jugó con diez desde los 30 segundos.
La final no pudo comenzar de una manera más torcida para Botafogo. A los 30 segundos de partido un plantillazo de Gregore sobre Fausto Vera hacía que el club de Río de Janeiro se quedara con 10 futbolistas para el resto del partido. Con un golpe en lo anímico, los de Artur Jorge asumieron un reto mayúsculo a pesar de la inferioridad numérica.
Atlético Mineiro, con Gaby Milito como cabeza pensante, se fue chocando con un muro que sólo Hulk trató de derribar a base de zapatazos. Sin dar fluidez al juego y encontrando complicaciones con una defensa de tres que no funcionaba, Botafogo fue paciente para encontrar su momento y revolucionar las cosas. Hizo falta unos minutos de Thiago Almada con la pelota para que Luiz Henrique obrara el milagro para adelantar al Fogão. La situación pilló por sorpresa a un Galo que posteriormente se vería castigado por partida doble con un penalti que convertiría Alex Telles… Dos conocidos de La Liga siendo protagonistas de una final continental.
El desenlace del partido no pudo ser mejor. Eduardo Vargas redujo la distancia en el marcador nada más comenzar la segunda parte, y a partir de ahí el partido se convirtió en una cuenta atrás agónica para Botafogo, en busca de cerrar el partido con victoria, y Atlético Mineiro, tratando de dar la vuelta a las cosas en un enfrentamiento que se le puso de cara pronto… Pero no hubo cambios. Las lágrimas iniciales del Fogão acabaron siendo de alegría después de que Júnior Santos cerrara con el 1-3, levantando por primera vez un título que la historia le había negado antes.