Champions (fase liga) | Slovan 2-Milan 3 El Milan hace los deberes sufriendo
Los rossoneri ganaron 3-2 en el estadio de un Slovan Bratislava que los puso en apuros en distintos tramos del partido
El guion del partido, previsible y esperado, se confirmó en sus comienzos. Los rossoneri se quedaron con el balón y encerraron en su mitad de campo a los eslovacos que, sin embargo, demostraron saber hacer daño con los contragolpes. En uno de los primeros, tras 15 minutos de juego, Strelec llegó a regatear también a Maignan y solo una gran intervención de Pavlovic a un paso de la línea de gol evitó el 1-0. Poco después, Abraham demostró que entendió perfectamente el trabajo que le pertenece sustituyendo a Morata y, trabajando entre líneas, recibió el balón y lanzó a Pulisic, que cabalgó con elegancia hacia Takac y lo superó con un disparo lento, pero preciso, en el 21′.
Tres minutos después, no obstante, el Milan desperdició la ventaja concediendo una absurda transición al Slovan, que, mientras defendía en su área ante un córner, recuperó el balón y pudo, con Barseghyan, correr sin obstáculos hasta Maignan, que no pudo evitar el 1-1.
El golpe bloqueó a los milanisti, que se despertaron solo en torno al 70′, tras una primera fase de reanudación igualada y con ocasiones en ambas áreas. El fundamental 1-2 lo anotó Leao, que, en el 68′, recibió un perfecto pase al hueco de Fofana y superó a Takac con una delicada vaselina en el mano a mano. En el 71′, además, un absurdo pase atrás de Strelec, hasta entonces autor de una actuación positiva, le entregó el balón en el área a Abraham, que solo tuvo que girarse y disparar en la portería el 1-3.
Fue un regalo decisivo, porque, en el tramo final, los italianos volvieron a mostrar demasiada fragilidad y, tras conceder un par de oportunidades, sufrieron otro contragolpe que Marcelli finalizó con un espectacular disparo a la escuadra.
El 2-3 pudo abrir un asedio final de los locales, mermado, sin embargo, por las dos amarillas que vio Tolic en pocos segundos, por una falta sobre Musah y por protestar demasiado. Finalmente, el Milan se llevó los tres puntos. Lo hizo sin convencer, como le ha pasado a menudo en este curso, pero cumplió la misión que le mantiene con vida en la lucha por la clasificación.