Barcelona 1-Las Palmas 2 / Las Palmas se come el pastel de aniversario del Barça
Fracaso culé en el partido que debía celebrar el 125 cumpleaños. Sólo Raphinha se salva: marcó el 1-1. Sandro y Fabio Silva, goleadores amarillos.
De entrada, Flick tenía un problema, que era suplir la baja por sanción de Marc Casadó, que hace cuatro meses nadie sabía quien era y ahora parece imprescindible. La opción fue la cantada. Dar entrada a Gavi. Tampoco fue sorpresa que Lamine Yamal empezara el partido desde el banquillo. Flick ya advirtió que tendría minutos, pero no aseguró su titularidad tras su lesión en el tobillo. La sorpresa fue la inclusión de Pablo Torre de inicio en el puesto de un Dani Olmo que sigue sin encadenar tres partidos seguidos. Algo pasa con Olmo. La primera parte del Barcelona ante la UD Las Palmas confirmó la sensación de que cuando se prepara una fiesta ésta acaba en funeral.
El equipo de Flick estuvo espeso en todas sus líneas desde el primer minuto. Sólo podían salvarse un Cubarsí más que atento y un Pedri que lo intentaba todo sin encontrar un socio. Gavi iba demasiado acelerado, Fermín era incapaz de darle el balón a nadie que vistiera su misma camiseta y al principio sólo quería chutar, pero tras fallar una clara ocasión se le fue la confianza. Lewandowski volvió a moverse con la velocidad de un cercanías (como toda la temporada pero sin pelotas que empujar a gol), Raphinha no encontraba ese punto a pesar de moverse más que los precios del aceite y de postre Balde recibió un golpe y pidió el cambio de manera urgente para que saliera Gerard Martín.
Sorprendido ante la caraja del Barcelona, el Las Palmas empezó a ver que podía sacar algo de Montjuïc. Fabio e Iván Muñoz avisaron a Iñaki Peña mientras que el Barça era incapaz de dominar el partido y jugar seguido. Todo eran acciones aisladas basadas sobre todo en el ímpetu de Pedri y de Raphinha.
Ante este panorama, a Flick no le quedaba otra que sacar a calentar en el descanso a Lamine Yamal. En la media parte entró por Pablo Torre. No sirvió de nada, por si no quieren seguir leyendo. El Golden Boy jugó un partido vomitivo.
De entrada, la medida no funcionó. A los cuatro minutos de la reanudación la UD Las Palmas retrató la molicie del Barcelona desde la salida del portero Cillessen hasta el remate de Sandro a pase de Kirian que supuso el 0-1. Ante el panorama, Flick puso toda la carne en el asador con un triple cambio. Fort, De Jong, otro que dio la razón a la grada con su transparencia, y Ferran dentro para quitar a Koundé, Fermín y Gavi. Nada mejoró.
Con el nuevo escenario y media hora por delante, el Barça buscó la remontada. El equipo empezó a acorralar a Las Palmas y en uno de estos asedios Raphinha recibió un balón de Pedri y soltó un latigazo desde la frontal que firmaría Rivaldo para empatar, pero el visitante no se rindió. En una mala escenificación del fuera de juego, Fabio Silva le comió la tostada a Fort y marcó el 1-2.
El tránsito hasta el final del partido fue un ejercicio de impotencia del que sólo se salvó Raphinha. Lewandowski y Lamine Yamal, por ejemplo, merecen la insignia de oro y brillantes de la UD Las Palmas.