W. BREMEN 2 - B. LEVERKUSEN 2 / Patinazo del Leverkusen en Bremen
El Leverkusen no pasó de un empate a dos ante el Bremen y comienza a perder de vista a los de arriba.
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El Bayer Leverkusen dirigido por Xabi Alonso no hizo sus deberes en la Bundesliga y no pasó de un empate a dos ante el Werder Bremen, quedándose de esta manera a cinco puntos del Leipzig líder (el Bayern de Múnich puede igualar a puntos a los sajones si se imponen el domingo al Bochum a domicilio). De momento, estar a la altura tanto en Champions como en la Bundesliga parece costarle mucho a los del tolosarra.
Al menos Boniface, autor del primer tanto del Leverkusen, puso a prueba
que vuelve a estar en plenas condiciones tras el accidente de tráfico
sufrido el fin de semana pasado.
Comenzó mejor el Bremen.
Se hicieron los hanseáticos con la posesión y gozaron de una serie de
oportunidades que dejaron desaprovechadas los pupilos de Werner. En
concreto fue Ducksch el futbolista que llegó a tener hasta tres clarísimas en sus botas,
pero no fue capaz de dar la recompensa a los suyos tras un gran inicio.
Poco a poco, los de Xabi fueron sacando la cabeza del hoyo y comenzaron
a dejarse ver en las inmediaciones del marco protegido por Zetterer,
eso sí, sin desprender demasiado peligro. De ahí que el tanto del
campeón terminara llegando de la nada. Apareció Boniface en el área para
colocar un centro de Frimpong justo debajo del travesaño verdiblanco y firmar un golazo que volvió a poner a prueba la letal pegada de la que dispone el Leverkusen.
Nada más volver de vestuarios, Grimaldo sufrió una durísima entrada por parte de Weiser
que le costó la amarilla al jugador del Bremen, pero afortunadamente
quedó tan solo en un susto para el internacional español. Pudo continuar
el lateral valenciano y el Leverkusen trató de acaparar la posesión
para evitar todo tipo de contras por parte de los nortealemanes. Pero no
lo consiguió. Un cabezazo de Ducksch puso las tablas en el 74′ para dar comienzo a un final de partido trepidante.
Tres minutos después, Agu anotó en propia y volvió a poner por delante a
un Leverkusen que, una vez más, no supo gestionar la ventaja y volvió a
encajar el empate sobre la bocina en un latigazo de Schmid que le hizo
un feo a Hradecky e hito estallar el Weserstadion.