Red Bull podría haber hecho trampa: tendrá que cambiar de coche, pero parece que no habrá sanciones
La escudería de Max Verstappen deberá modificar su monoplaza antes del Gran Premio de Estados Unidos
Los equipos rivales advirtieron a la FIA, la Federación Internacional de Automovilismo, de que el vehículo tenía instalado un dispositivo en la cabina del piloto para ajustar la altura. La zona que se veía afectada era la parte delantera del suelo. El propio Red Bull habría reconocido que esta información sería cierta. “Aunque es inaccesible una vez que el coche está montado y listo para correr”, comentó. En teoría, el mecanismo sería capar de bajar una altura con solo 5 kilos de gasolina y compensarla antes de la carrera para subir la altura y adecuarla a los 100 kg obligatorios.
”En la numerosa correspondencia que mantenemos con la FIA, surgió esta parte y hemos acordado un plan para seguir adelante”, detallaron al medio inglés. Por su parte, la FIA informó en un comunicado que “cualquier ajuste en la holgura del babero delantero durante las condiciones de parque cerrado está estrictamente prohibido por el reglamento”.
”No hemos recibido ninguna indicación de que ningún equipo emplee un sistema de este tipo, la FIA se mantiene vigilante en nuestros continuos esfuerzos por mejorar la vigilancia del deporte”, subrayaron desde la federación hace menos de una semana.
Red Bull responde
Desde la escudería donde corren Max Verstappen y Checo Pérez comentan que el dispositivo que permite alterar la altura del suelo sería “un dispositivo para acelerar los reglajes con el coche desmontado”. De esta forma, desmentirían que el objetivo fuera modificar la aerodinámica del coche entre las clasificaciones y las carreras.
Al no haberse demostrado que se haya usado con el objetivo de ganar ventaja, deberán eliminar ese componente para evitar sospechas de los rivales. Desde mayo se rumoreaba con la posibilidad de que el Red Bull hubiera incorporado una pieza irregular.
El coche de los austriacos no ha tenido el mejor rendimiento esta temporada, sin embargo, pasaron del doblete en Japón a la caída en Miami. Ambos monoplazas dejaron de poder salvar los bordillos desde Imola. Esta situación podría confirmar que ya no eran capaces de modificar la altura del coche entre la clasificación y la carrera.
Esta situación podría sufrir el mismo futuro que los alerones flexibles que McLaren implementó en Singapur. Pese a que no estaban permitidos, los modificaron tras la carrera de Bakú, donde se vio como flectaban de forma inexplicable. En su momento, los británicos no recibieron sanciones y todo apunta a que Red Bull tendrá la misma suerte con el suelo.