Qué hacer con Chiquito Romero y Marcos Rojo, la primera decisión fuerte de Fernando Gago en Boca
El arquero y el zaguero tuvieron su chance y volvieron a quedar expuestos; el DT no garantizó su titularidad el miércoles, en el decisivo cruce con Gimnasia por la Copa Argentina
Más claro: el equipo xeneize siente que el partido contra el Lobo es como la final del mundo. Es la chance de quedar a dos victorias de la clasificación a la Copa Libertadores 2025 o la de frustrarse en un torneo más y consolarse con la chance de entrar por la ventana a la competencia más importante de Sudamérica a nivel clubes o verla por TV por segundo año seguido.
En ese sentido, será fundamental saber qué determinación tomará Gago en relación a los futbolistas que sean titulares el miércoles. Porque así como el DT decidió respetar ciertas jerarquías y darles una chance a los futbolistas más experimentados, también tomó nota de que varios de ellos desaprovecharon una posibilidad que tiene aroma a última.
De hecho, el DT fue contundente cuando fue consultado por la titularidad de algunos referentes: “Esto es partido a partido. Cada uno se gana el lugar en el equipo en el entrenamiento. Trato de que todos tengan la mentalidad de que puedan jugar, que el equipo que se inició hoy no es el que va a jugar el próximo partido porque busco alternativas constantemente. Trato que todos estén en nivel y eso va a generar muy buena competencia interna”.
Basta una jugada para saber que Sergio Romero está lejos de su mejor versión. De las cuatro veces que la pelota ingresó a su arco fue la única en la que el gol no fue convalidado por offside. Sin embargo, la acción expone al exarquero de la selección argentina.
Faltaban solo 10 segundos para que se cumpla el tiempo reglamentario de la primera etapa cuando Nehuén Paz despejó el balón un con pelotazo largo. Blas Armoa aprovechó un desacople defensivo xeneize y corrió a toda velocidad. La pelota picó por primera vez en tres cuartos de cancha y otra vez al ingresar al área. Allí, Armoa la acomodó con el pecho y definió con una pifia.
En todo ese movimiento, Romero jamás apareció en el cuadro de la imagen. Chiquito no solo no salió a anticiparse a la jugada para ganar la pelota antes de que el rival la dominara, sino que tampoco salió del área grande, ¡ni del área chica! Como broche a una falla sorpresiva para un arquero de primer nivel, apenas se desplomó hacia un costado cuando Armoa definía y la pelota llegaba al fondo de la red casi pidiendo permiso. La anulación del gol, porque el jugador de Tigre estaba en posición adelantada, minimizó el daño.
Otro que venía con la imagen en baja y se preparó con entusiasmo para estar disponible en el inicio de este ciclo es Marcos Rojo. La conjunción de expulsiones infantiles, peleas con los rivales y algunas actitudes (el altercado con un policía brasileño durante el escándalo en el Mineirao, tras la eliminación de Boca ante Atlético Mineiro en los octavos de final de la Libertadores 2021, fumar sobre el campo de juego después de consagrarse campeón de la Copa de la Liga 2022, irse a jugar con amigos a un campito en un día libre y poner en duda la autoridad de Diego Martínez cuando lo separó a Darío Benedetto luego de llegar tarde a una práctica en la mañana posterior al festejo de cumpleaños) terminaron condicionando su liderazgo en el equipo. Además, en gran parte por lesiones, le costó tener participación con continuidad. Cada vez que intentó defenderse jugando, le costó estar a la altura del defensor que supo ser.
Que tanto Chiquito como el exzaguero de Manchester United hayan jugado ante Tigre desde el inicio es una oportunidad pero no una garantía de continuidad. Y la cinta de capitán la lleve Edinson Cavani es una clara señal de que el modelo a seguir en la era Gago es otro. Con el nuevo DT ninguno tiene asegurada la titularidad en el equipo.
Aquí es donde el entrenador se encuentra en una disyuntiva. Porque así como Leandro Brey tiene condiciones como para adueñarse del arco azul y oro, algo que también presiona con cada actuación, no surgen variantes claras o naturales para reemplazar al zaguero platense.
Con Nicolás Valentini marginado por la dirigencia (desde abril pasado se entrena para no perder estado físico, pero el Consejo de Fútbol decidió que no puede jugar como castigo a no querer renovar su contrato), Gary Medel con dificultades físicas y actuaciones que no convencieron; y Cristian Lema también condicionado por las lesiones... Otra alternativa podría ser el ingreso de Nicolás Figal, pero también se trata de un defensor que le costó hacer pie con buenas actuaciones en los últimos tiempos.
Otro hombre que había dejado de ser tenido en cuenta por Diego Martínez y ayer volvió a jugar fue Guillermo Fernández. El mediocampista camina por esa alternancia constante entre partidos buenos y malos, lo que cansó a los hinchas, quienes lo desaprobaron las últimas veces que lo vieron en la Bombonera. Pero así y todo, tras la venta de Equi Fernández y la adquisición de variantes para esa zona que todavía no lograron despegar, Pol siguió sumando minutos. Aun cuando ya anunció que a fin de año hace las valijas para sumarse, casi con seguridad, a Fortaleza, de Brasil. Por decisión de Gago, ingresó en el segundo tiempo ante Tigre.
Esta apuesta de Gago se entiende más por las urgencias actuales que por su intención de conformar una columna vertebral firme sobre la cual construir la idea a largo plazo. Una excepción. La presencia se Pol en el equipo dependerá de lo rápido que se adapten otros jugadores a esa posición, como por ejemplo Ignacio Miramón, quien todavía no logró desplegar el nivel de juego que sedujo a Juan Román Riquelme para sumarlo a Boca, pero fue el primer 5 titular de Gago.
Esa es una posición trascendental para Pintita. Porque la persona que se pare como tradicional número 5 ocupará exactamente el lugar donde supo destacarse el actual DT xeneize.
De más está decir que Miramón tendrá oportunidades y su crédito sigue abierto. Lo mismo que Exequiel Zeballos, que ante el Matador ingresó por Merentiel (deslucido en una posición como extremo a la cual aún debe readaptarse) y le cambió la cara al ataque de Boca. Si, tal como parece, las lesiones forman parte del pasado, el Changuito puede ser una de las grandes figuras del Boca de Gago, ya que su explosiva gambeta en velocidad y su rapidez a la hora de presionar la salida rival lo pueden convertir en una pieza clave.
Por lo pronto, otra clara señal de que las cosas son distintas desde el cambio de entrenador. A pesar de que el partido terminó en la noche del sábado cerca de las 21 y este domingo fue el Día de la Madre, no hubo día libre para nadie. Todos a trabajar en el Predio de Ezeiza para dejar atrás el mal paso y enfocarse en Gimnasia.
No se ausentó nadie. Dijeron presente los que jugaron contra Tigre y los que no. El primer grupo hizo trabajos regenerativos, mientras que para el segundo hubo fútbol en espacio reducidos. Pero siguieron las charlas, las correcciones. Este lunes seguirán los trabajos y el martes será el viaje a Rosario. Así es el Mundo Boca. Con escaso tiempo para trabajar y nulo para lamentarse.