NATIONS LEAGUE | ISRAEL 1 - FRANCIA 4 / Rugido de Camavinga
El mediocentro marca un gol y asiste en otro en la victoria de Francia contra Israel. Sin Griezmann ni Mbappé, los de Deschamps sobreviven.
El partido, enrarecido por disputarse en Hungría en suelo neutral, comenzó bien para Francia. Fue Camavinga, con un remate desde media distancia, ayudado por la desdicha de Glazer, portero israelí, el que adelantó a los galos, consolidándose en una selección en la que no ha gozado de muchas oportunidades.
Francia se durmió e Israel lo aprovechó. Gandelman, en una llegada brillante, le cogió la espalda a Saliba, algo impropio en el central del Arsenal, y sorprendió a Maignan con un testarazo inapelable. A partir del empate, la subcampeona del mundo no necesitó un ritmo letal para volver a ponerse por delante. Otra vez Camavinga, indetectable en el primer tiempo, el que encontró a Nkunku, que consumó su primer gol con Les Bleus tras un reverso extraordinario.
Camavinga siguió flotando con libertad en Hungría hasta que Deschamps decidió darle descanso, en vistas del exigente calendario y con un golpe en la pierna sin revestir gravedad, para dar entrada a Fofana, también a Barcola, con el objetivo de sentenciar la contienda. Y lo hizo por medio de Guendouzi, que marcó el tercero con un remate sensacional en la frontal del área y Barcola, tras un fantástico contragolpe, marcando su segundo gol con Les Bleus. Triunfo vital para los de Deschamps, que siguen vivos en la Nations League.