NATIONS LEAGUE | CROACIA 2 - ESCOCIA 1 / Guiño de Modric a Ancelotti
El capitán croata guio a su selección a su segunda victoria volviendo a ofrecer un clínic de cómo gobernar un partido con las premisas que le pide Ancelotti: trabajo defensivo, liderazgo y nexo con la delantera.
Ante la siempre dura Escocia y su centro del campo de alta intensidad capitaneado por un McTominay que esta vez pasó de puntillas por un duelo para decidir la alternativa a Portugal en el Grupo A de la máxima categoría de la Liga de las Naciones, Modric fue protagonista sin necesidad, esta vez, de dibujar una obra de arte en forma de gol, como en la victoria precedente ante Polonia. Con su característica inteligencia como bandera pero sin negar tampoco una gota de sudor, esta versión 3.0 de Modric es un bendición para un Zlatko Dalic que cruza los dedos para que retrase todo lo posible su retirada de la selección ajedrezada.
De nuevo en un once sin Budimir, y protegido con tres centrales y dos mediapuntas por delante, el seleccionador croata permitió tácticamente a Modric lucir como médula espinal y su talento hizo el resto. Como eje defensa-ataque, como el Kroos que busca Ancelotti, acabó de nuevo como el mejor jugador de un partido que primero gestionó con precisión y en el que posteriormente fue el faro de la remontada. Lo hizo, además, con la receta que pidió el entrenador italiano: intensidad defensiva y conexión con la delantera. Y Modric fue el que más duelos ganó del partido (pleno al ocho) y el que más y mejores pases completó (58 de 65). Un clínic de cantidad y calidad. Lo único por lo que subirá su ceja el italiano será porque completó todo el partido.
Su primera intervención ya evitó que Escocia desprecintara el marcador con un pícara intervención sobre el disparo de McTominay. Bajo su liderazgo, Croacia fue capaz de reponerse a un fallo sonrojante de Sucic en el 33′ que sirvió a placer el tanto inaugural a Ryan Christie. Matanovic, con una excepción volea a bote pronto asistido por Perisic y un pase clave de Gvardiol, empató cuatro minutos después, para que Kramaric completara la remontada en el 70′ al convertir en gol lo que Sosa no pudo en primera instancia. Aunque no sin el susto de un gol anulado por el VAR a Adams en la prolongación. Modric, cómo no, puso el germen de un tanto, el 2-1, en el que también colaboró Perisic. Antes, había desnudado las vergüenzas de McTominay con un caño previo a un disparo que rozó el tanto. Bisagra entre la vieja y nueva era, Modric, una generación en sí misma, volvió a completar una actuación colosal que le carga de razones para dar continuidad a su titularidad en el Real Madrid.