NATIONS LEAGUE A3 | HUNGRÍA 1- HOLANDA 1 / Sin gol no vas a ninguna parte

Holanda empata ante Hungría en un partido en el que los de Koeman rozaron los veinte tiros y superaron el 75% de la posesión del balón. Sallai marcó en una contra y defendieron el 1-0. Van Dijk fue expulsado.

Iván Cordovill
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Hay partidos -pocos- que se pueden explicar con una captura de pantalla, la de las estadísticas. Estas son: 26%-74% de posesión para Holanda (hasta quedarse con uno menos, era de 18%-82%) y 5-16 remates, también para Holanda. Un acoso a la portería rival que no se vio recompensado por la falta de gol de todos sus jugadores. En el lado contrario, un equipo que marcó en el único remate a puerta que hizo. Un contragolpe que pilló demasiado alto a Dumfries y que provocó que Sallai pudiese rematar solo en el área pequeña. Por suerte para el veloz futbolista holandés, él mismo fue quien terminó empatando.

Koeman hizo un planteamiento extraño. Probablemente, la causa del gol encajado. Le entregó toda la banda derecha a Dumfries y dibujó un cuadrado en el centro del campo en el que Reijnders y Timber (Quinten, hermano gemelo de Jurriën, del Arsenal) formaban la base para que Reijnders y Simons ocupasen posiciones más adelantadas. Quizá por esa necesidad de que Dumfries estuviese tan arriba, el carrilero del Inter no pudo recuperar la posición cuando Hungría salió a la contra. La defensa holandesa basculó hacia la derecha y dejó a Sallai entrar por la derecha como Pedro por su casa. Sin oposición, fusiló a Verbruggen en el área pequeña.

Hasta entonces, el minuto 32, apenas había habido ocasiones más allá de algún tiro lejano. La defensa húngara esperaba en su área y el ataque holandés no tenía argumentos para desarmarla. Se los dio el propio equipo local. Szoboszlai, en una acción que tendrá que explicar después del partido, sacó de puerta... y tocó dos veces el balón. Falta indirecta a apenas ocho metros de la línea de gol. Gakpo no se entendió muy bien con sus compañeros y su disparo forzado se estrelló en la marabunta de húngaros.

Empezó la segunda parte igual que terminó la primera, con Holanda embotellando a Hungría. Pero Zirkzee sigue achacando demasiado su falta de gol y el resto tampoco estuvo acertado. El más participativo fue Reijnders, pero no es un goleador. Koeman agitó el equipo con los cambios y Malen casi fuerza una roja de Fiola. No la vio, pero sí Van Dijk en la jugada siguiente. El capitán vio la segunda amarilla por cortar la conducción de Csoboth y pisarle el tobillo.

Curiosamente, justo después llegó el gol del empate. Gakpo colgó una falta lateral al área y Dumfries, con el brazalete de capitán prestado, cabeceó a gol. Un tanto que sabía poco a Holanda, pero que lo daba por bueno por la inferioridad numérica. Hungría despertó y empezó a mirar más hacia delante, pero apenas hubo tiempo para volver a mover el marcador. Los ataques eran imprecisos por las prisas. Y ambos se repartieron los puntos.

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