NATIONS LEAGUE A3 | HUNGRÍA 1- HOLANDA 1 / Sin gol no vas a ninguna parte
Holanda empata ante Hungría en un partido en el que los de Koeman rozaron los veinte tiros y superaron el 75% de la posesión del balón. Sallai marcó en una contra y defendieron el 1-0. Van Dijk fue expulsado.
Koeman hizo un planteamiento extraño. Probablemente, la causa del gol encajado. Le entregó toda la banda derecha a Dumfries y dibujó un cuadrado en el centro del campo en el que Reijnders y Timber (Quinten, hermano gemelo de Jurriën, del Arsenal) formaban la base para que Reijnders y Simons ocupasen posiciones más adelantadas. Quizá por esa necesidad de que Dumfries estuviese tan arriba, el carrilero del Inter no pudo recuperar la posición cuando Hungría salió a la contra. La defensa holandesa basculó hacia la derecha y dejó a Sallai entrar por la derecha como Pedro por su casa. Sin oposición, fusiló a Verbruggen en el área pequeña.
Hasta entonces, el minuto 32, apenas había habido ocasiones más allá de algún tiro lejano. La defensa húngara esperaba en su área y el ataque holandés no tenía argumentos para desarmarla. Se los dio el propio equipo local. Szoboszlai, en una acción que tendrá que explicar después del partido, sacó de puerta... y tocó dos veces el balón. Falta indirecta a apenas ocho metros de la línea de gol. Gakpo no se entendió muy bien con sus compañeros y su disparo forzado se estrelló en la marabunta de húngaros.
Empezó la segunda parte igual que terminó la primera, con Holanda embotellando a Hungría. Pero Zirkzee sigue achacando demasiado su falta de gol y el resto tampoco estuvo acertado. El más participativo fue Reijnders, pero no es un goleador. Koeman agitó el equipo con los cambios y Malen casi fuerza una roja de Fiola. No la vio, pero sí Van Dijk en la jugada siguiente. El capitán vio la segunda amarilla por cortar la conducción de Csoboth y pisarle el tobillo.
Curiosamente, justo después llegó el gol del empate. Gakpo colgó una falta lateral al área y Dumfries, con el brazalete de capitán prestado, cabeceó a gol. Un tanto que sabía poco a Holanda, pero que lo daba por bueno por la inferioridad numérica. Hungría despertó y empezó a mirar más hacia delante, pero apenas hubo tiempo para volver a mover el marcador. Los ataques eran imprecisos por las prisas. Y ambos se repartieron los puntos.