LEVERKUSEN 2-KIEL 2 / Pinchazo letal del campeón
El Bayer Leverkusen dirigido por el técnico español no pasó de un empate a dos ante el recién ascendido Kiel después de ponerse 2-0 por delante a los ocho minutos.
Al Leverkusen le bastaron ocho minutos para pasar por encima del Kiel. Wirtz y Palacios condujeron una contra, Boniface recibió en el área y lanzó un zurdazo que se le coló al meta Weiner entre las piernas. Tan solo cuatro minutos más tarde, en el ocho de partido, Hofmann se aprovechó de un gravísimo error de Weiner en la salida de balón para subir el segundo al luminoso del BayArena, poniéndole el choque muy cuesta arriba al recién ascendido Kiel. De ahí que los pupilos de Xabi bajaran una marcha, manteniendo el control del partido hasta los compases finales de la primera mitad. El VAR anuló el tercero, de nuevo obra de Boniface, por un fuera de juego milimétrico, pero justo cuando el conjunto de las aspirinas ya estaba con la cabeza en el vestuario, apareció Geschwill al borde del descanso para recortar diferencias de cabeza y devolverle algo de suspense al duelo.
El guion del duelo no cambió demasiado en los segundos 45 minutos, con el Leverkusen dominando y buscando la sentencia y el cuadro visitante tratando de hacer daño a la contra. Sin embargo, el Kiel logró mantener el orden y resistió a las acometidas renanas para terminar golpeando al campeón con dureza a falta de 20 minutos para el final. Frimpong derribó a Gigović en el área y Arp no perdonó desde los once metros, enmudeciendo el BayArena por completo. Hradecky salvó a los suyos un minuto después marcándose una gran parada en un cabezazo de Pichler.
A partir de ahí, el Leverkusen, ya con Aleix García sobre el terreno de juego, volvió a tomar el control, intimidó al Kiel y fue con todo en busca del gol de la victoria. Se instalaron los de Xabi en área rival. Comenzó el añadido, momento del partido en el que el Leverkusen ya acostumbra a tirar de épica y decidir los partidos a su favor sobre la bocina. Pero esta vez, no. El Kiel se mantuvo firme. Y Xabi terminó marchándose cabizbajo, consciente de que los suyos habían tirado una victoria que parecía asegurada después de los primeros ocho minutos. Fútbol.