La gran ausencia que pesa en el Atlético de Madrid
En los cinco partidos recientes, los colchoneros han perdido tres, han empatado uno y tan solo han obtenido una victoria.
Un análisis más profundo revela una ausencia que podría estar explicando este momento gris en el conjunto rojiblanco: la de Robin Le Normand, el defensor que llegó al equipo este verano para reforzar la línea más sólida del Atleti.
Le Normand ha demostrado desde su llegada una fiabilidad que pocos centrales han alcanzado en tan poco tiempo. En los nueve encuentros que ha disputado hasta la fecha, el Atlético solo ha encajado cinco goles, con una media de 0.55 tantos por partido, muy por debajo de los dos goles por encuentro que han recibido en su ausencia. Simeone, que ha hecho de la defensa el sello de identidad del equipo, se enfrenta a una realidad incómoda: sin Le Normand en el campo, el Atleti se tambalea.
Algo más que una simple baja
La ausencia de Le Normand parece no solo un problema de números, sino de espíritu. En su ausencia, el equipo ha perdido esa solidez y consistencia que caracterizaba a los de Simeone en el arranque de temporada.
Además, su figura parece haberse convertido en una pieza de equilibrio, una especie de comandante silencioso que organiza y cohesiona el sistema defensivo. La solidez de Le Normand en el uno contra uno y su capacidad para anticiparse al juego enemigo son recursos que el equipo echa de menos en cada enfrentamiento. Los números son claros, pero el impacto va más allá de las estadísticas. Su ausencia desnuda vulnerabilidades en una defensa acostumbrada a estar a prueba de balas, y Simeone lo sabe mejor que nadie.