Gavi, enfrentado al calendario

El jugador avanza a pasos agigantados para volver, pero Flick no ve el momento. Considera los partidos del Bayern y Madrid demasiado exigentes.

Javier Miguel
As
Ahora mismo la mirada en ‘Can Barça’ está fijada en tres futbolistas, que tienen la fecha de su retorno marcada en rojo en el calendario. Tanto Gavi, como Dani Olmo y Fermín López han entrado esta semana en la recta final de sus lesiones. Es evidente que el caso que más ocupa y preocupa entre los técnicos, preparadores físicos y médicos es el de Gavi. Primero, porque se trata de un futbolista que lleva once meses fuera de los terrenos de juego -se lesionó el 19 de noviembre del 2023- y segundo, porque en su forma de entender el fútbol no entra la dosificación dentro del campo. Estos dos condicionantes están levantando muchas dudas en el vestuario sobre el momento idóneo para darle el alta médica.

En condiciones normales, Gavi recibiría el alta el próximo 20 de octubre, coincidiendo con la visita del Sevilla a Montjuïc. El centrocampista podría incluso jugar entre diez a quince minutos. También estarían Fermín López y Dani Olmo en la misma tesitura que el sevillano, aunque al tratarse de lesiones de menor alcance y tiempo de baja, podrían contar incluso con más minutos.

Pero la gravedad de la lesión de Gavi -rotura del cruzado anterior de la rodilla derecha con afectación del menisco- obligan a una seria reflexión por parte de los técnicos y no dejarse llevar sólo por las buenas sensaciones y las ganas locas que transmite el jugador.

Y es que tras el partido ante el Sevilla, el calendario se adentra en arenas movedizas, con los partidos ante el Bayern de Múnich y el Real Madrid en una misma semana. Dos partidos que se consideran de “altísimo riesgo” para un futbolista que sale de una lesión de once meses. “No son partidos para hacer pruebas”, constatan dentro del vestuario. De ahí, que las opciones de Gavi serían mínimas. Habría que irse ya al derbi contra el Espanyol, del 3 de noviembre, para volver a ver al canterano.

Otro de los problemas inherentes en Gavi es su forma de jugar: el sevillano da siempre el cien por cien. No regala un balón, lucha hasta la extenuación y se exprime hasta el último segundo. En los 40 minutos que jugó esta semana en el partidillo ante el filial, Flick pudo constatar que esta forma de jugar forma parte de su ADN. Un riesgo, sin duda, si estamos hablando de un partido de alta intensidad, donde las pulsaciones van a mil por hora y los esfuerzos son repetidos y constantes.

Ante esta tesitura habrá que ver cuál es la decisión final de Flick. Para los médicos, Gavi podría recibir el OK el próximo domingo, pero teniendo en cuenta las peculiaridades del asunto: jugar unos minutos ante el Sevilla, banquillo ante el Bayern y el Real Madrid, y volver a jugar contra el Espanyol. En cambio, para Olmo y Fermín, el camino parece más despejado para contar con opciones de ser titulares contra el campeón alemán o unos días más tardes contra los blancos.

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