Estadios de EEUU en riesgo: estudio advierte sobre pérdidas millonarias por cambio climático
El MetLife Stadium es el estadio más vulnerable, mientras que el SoFi y State Farm enfrentan pronósticos desalentadores. Estadios de la NFL enfrentarían pérdidas de hasta 11 mil millones de dólares para 2050
El impacto del clima no se limita al fútbol americano. Estadios de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), como el Tropicana Field en Tampa, Florida, han sufrido daños devastadores por el huracán Milton, lo que podría obligar a los Tampa Bay Rays a buscar un nuevo lugar para jugar la próxima temporada. Este fenómeno no es aislado, ya que otros estadios ubicados cerca del agua, como los de los Baltimore Orioles y los Miami Marlins, podrían enfrentar aumentos en las primas de seguros y costos de reparación.
Las pérdidas millonarias para la NFL
Un informe reciente de la empresa Climate X señala que los estadios de la NFL podrían sufrir pérdidas de hasta 11.000 millones de dólares para 2050. Los riesgos van más allá de los huracanes, incluyendo incendios forestales, inundaciones y olas de calor, afectando tanto a estadios como a las economías locales, ya que muchos de estos recintos sirven como refugios ante desastres y centros comunitarios. “El cambio climático es un problema no lineal y no estacionario”, afirmó Kamil Kluza, cofundador de Climate X, destacando la necesidad de adaptación.
El informe de Climate X destaca que el estadio más vulnerable de la NFL es el MetLife Stadium en New Jersey, hogar de los New York Giants y los New York Jets, proyectando una pérdida del 184% de su valor debido a su baja elevación y la exposición a inundaciones. Le siguen el SoFi Stadium en Los Ángeles y el State Farm Stadium en Arizona.
El caso del Chase Field en Phoenix, hogar de los Arizona Diamondbacks (MLB), refleja otro desafío climático: el calor extremo. Este verano, Phoenix rompió récords de temperatura, complicando el mantenimiento de un ambiente cómodo para los aficionados y jugadores. En el norte, las intensas nevadas colapsaron el techo del antiguo estadio Metrodome de los Minnesota Vikings (NFL) en 2010.
El informe de Climate X también señala que el problema del cambio climático es no lineal y no estacionario, lo que significa que las áreas previamente no afectadas podrían volverse vulnerables en el futuro. Esto representa un llamado de atención para los gobiernos estatales y locales para implementar medidas de adaptación.
MLB no está a salvo del cambio climático
El huracán Milton devastó el Tropicana Field en Tampa, Florida, dejando al equipo de béisbol Tampa Bay Rays sin un lugar adecuado para la próxima temporada. La ubicación geográfica del estadio, como muchos otros en el país, lo hace vulnerable a huracanes, tornados, inundaciones y marejadas. Esto resalta la creciente exposición de los estadios deportivos a fenómenos climáticos extremos y este es un problema que no se limita al béisbol.
Equipos como los Baltimore Orioles, Los Angeles Dodgers, New York Mets y Miami Marlins también enfrentan riesgos climáticos debido a la cercanía de sus estadios con cuerpos de agua, lo que podría aumentar los costos de reparación y las primas de seguros.
Qué están haciendo los equipos deportivos de EEUU
Algunos equipos ya están tomando medidas proactivas. Por ejemplo, el Allegiant Stadium en Las Vegas operó el último Super Bowl con energía renovable, mientras que el Mercedes Benz Stadium en Atlanta ha reducido su consumo eléctrico un 29% mediante un diseño eficiente. Estas acciones podrían marcar el camino hacia una mayor adaptación frente a los crecientes efectos del cambio climático.
El informe subraya la importancia de la adaptación estratégica para proteger estos activos clave y garantizar su viabilidad a largo plazo. Los estadios no solo son lugares de entretenimiento deportivo, sino también centros económicos y comunitarios que pueden verse gravemente afectados por los riesgos climáticos crecientes.
En cuanto al Tropicana Field, se cuestiona si debe repararse, ya que está programado para ser demolido para dar paso a un nuevo estadio de 1.3 mil millones de dólares para los Rays, previsto para 2028. Este caso ejemplifica la necesidad urgente de considerar el impacto del cambio climático en la planificación y desarrollo de infraestructuras deportivas.