El huracán Helene es el segundo más mortífero de los últimos 50 años en EEUU
La marejada ciclónica provocada por la tormenta inundó carreteras y viviendas, dejando comunidades enteras aisladas, mientras las autoridades intensifican los esfuerzos de rescate
De acuerdo con un informe detallado de CNN, el huracán Helene tocó tierra en la costa del Golfo de Florida el 26 de septiembre como un huracán de categoría 4, provocando una marejada ciclónica sin precedentes. “Las aguas subieron hasta al menos 1,8 metros (6 pies) en la Bahía de Tampa, sumergiendo muchos vehículos y residencias”, comentó CNN. En los condados de Pinellas y Cedar Key, la devastación fue tal que las autoridades advirtieron a los residentes que no regresaron debido a las condiciones peligrosas.
Las comunidades quedaron aisladas y devastadas cuando las aguas arrasaron carreteras, hogares y vehículos. Jules Carl, un residente de Steinhatchee en Big Bend, describió la situación a CNN: “En este momento tengo un bote estacionado frente a mí en la calle y peces en nuestro patio”. Carl agregó que “(El agua) subía por las escaleras de nuestro patio. Estuvo muy, muy cerca de entrar”. Según los informes de CNN, la marejada ciclónica fue tan severa que algunas casas en Steinhatchee fueron arrastradas por las aguas, chocando unas con otras.
Continuando su trayectoria destructiva, Helene se degradó a tormenta tropical al dirigirse hacia las Carolinas, sin embargo, su furia no disminuyó. “En Carolina del Sur, Helene trajo vientos violentos y dejó entre 30 y 35 centímetros de lluvia (11,8 a 13,8 pulgadas)”, según el informe de CNN. Dos bomberos murieron en el condado de Saluda debido a la caída de un árbol sobre su camión de bomberos.
En Georgia, donde la tormenta llegó como un huracán de categoría 2, las lluvias previas saturaron el suelo, provocando inundaciones masivas. “Los equipos de bomberos del condado de Cobb rescataron a una mujer de un automóvil semihundido en Mableton poco después del amanecer del 27 de septiembre”, afirmó CNN. En Atlanta, las precipitaciones alcanzaron niveles récord, sumando un total de entre 30 y 38 centímetros (12 a 15 pulgadas), lo que equivale a cuatro meses de lluvia en solo dos días.
En Tennessee, el impacto de Helene no fue menor. “Las fuertes lluvias arrasaron una parte de la Interestatal 40, una carretera importante que conecta Carolina del Norte y Tennessee”, indicó la cadena. En la ciudad de Afton, el puente Kinser, que cruza sobre el río Nolichucky, fue destruido, lo que provocó alertas sobre el riesgo de colapso de la presa.
La magnitud de la devastación dejó millones sin electricidad y con infraestructuras gravemente dañadas en múltiples estados. Las labores de rescate y recuperación están en marcha, aunque las autoridades advierten que la vuelta a la normalidad llevará tiempo. Avril Pinder, la administradora del condado de Buncombe, declaró en una conferencia de prensa: “No vengan. Sabemos que quieren ayudar, pero por favor no vengan aquí. Las carreteras siguen siendo increíblemente peligrosas y simplemente no podemos dar cabida a la gente”.
La tormenta continuó su avance hacia Virginia, donde dos personas murieron debido a la caída de árboles y escombros, dejando a cientos de personas sin servicios esenciales. Helene se convirtió en una depresión tropical el viernes al mediodía y, para el sábado, se había disuelto en remanentes, pero la verdadera magnitud de su impacto aún está por determinarse.