El Balón de Oro: qué arquero insuperable sería Emiliano “Dibu” Martínez sin gestos ni provocaciones
El arquero de Aston Villa se impuso como el mejor arquero, como había hecho en 2023; es una figura que logró ganar todo en la selección argentina, aunque algunas actitudes lo pusieron bajo la lupa del mundo
LA NACION, Francisco Schiavo
Sin provocaciones groseras ni golpes a una cámara de televisión, qué arquero insuperable sería Emiliano Martínez. Único. Aun así le alcanza para encumbrarse en el máximo nivel y, por talento –lo primero, por si hiciera falta reforzarlo–, carisma y personalidad, “Dibu” agiganta su figura en el puesto menos elegido. Este lunes quedó lejos de la chance de ganar el Balón de Oro, ya que terminó en el puesto 18. Pero mantuvo la expectativa hasta el final en la carrera por el Premio Yashin, que galardona al mejor guardameta de la temporada, que ya había obtenido en 2023. Y se impuso nuevamente ahora, con el plus que el trofeo se lo entregó Lautaro Martínez.
Ese carácter desbordante privó a Martínez de los últimos dos partidos del seleccionado argentino, por las eliminatorias, el empate frente a Venezuela (1-1) y la victoria contra Bolivia (6-0). La Conmebol lo había sancionado por todo lo que había hecho Dibu, precisamente, cuando el juego estaba detenido. Gestos procaces, golpes sin sentido. Lo suyo está enmarcado en 90 minutos, bajo concentración absoluta, reflejos de gato y atajadas imposibles.
“Es un privilegio estar acá, con familia, amigos. Un día muy especial, dedicado al trabajo que hacemos con el club, con la selección. El puesto 18 del ranking global para el Balón de Oro es muy positivo, para destacar, más para un arquero. Siempre valen más los goles que las atajadas. Pero ya para un arquero estar entre los 30 mejores es buenísimo”, dijo Dibu Martínez en declaraciones a TNT Sports no bien llegó a la gala.
Y una vez vencedor entre todos los arqueros, afirmó en el escenario: “Jamás pensaba ganar dos veces seguidas el premio. Lo comparto con mi familia. ¿Los gestos? A veces cuando estás en la cancha te comportás como te sale. Estoy tranquilo, soy tranquilo. Soy hermano, marido, hago todo lo que puedo para ayudar al equipo y a la selección. ¿Si a veces me paso? Y... es lo que ves vos. En la Argentina no piensan lo mismo”, le dijo a Didier Drogba, que hizo de maestro de ceremonias de la premiación. Y agregó: “No me siento el mejor arquero del mundo. Les agradezco a los entrenadores de arqueros que tengo”.
Un gesto adicional. Dibu Martínez invitó al entrenador de arqueros de la selección (Martín Tocalli) y al del Aston Villa (Javier García García) para que lo acompañaran en la ceremonia de gala. Algo para destacar, claro.
El castigo que recibió de la Conmebol debe estar aprendido. Para aquellos que estuvieron cerca del N° 1 en su crianza deportiva saben que hay dos cosas que lo molestan de sobre manera: “prestar el arco” y no mantener la valla invicta. Aunque la palabra más acorde no sería “molestan”, sino “obsesionan”.
La temporada no pudo haber sido mejor para el marplatense. Siempre hay algo más, pese a que el Mundial de Qatar 2022 haya parecido bajar una barrera que ya nunca se levantaría. El DT del seleccionado, Lionel Scaloni, sabe cómo evitar el aburguesamiento. En el arco hay un buen ejemplo, a viva piel.
En la Copa América, Dibu Martínez volvió a demostrar que, por nivel y personalidad, está entre los mejores del mundo. Selló una gran temporada con su club y con el seleccionado albiceleste. Con Aston Villa logró una histórica clasificación a la Champions League, tras finalizar cuarto en la Premier League, y también llegó a las semifinales de la Conference League, en las que cayó ante el luego campeón, Olympiacos, de Grecia. Con el conjunto inglés mantuvo la valla invicta en 15 oportunidades.
Precisamente, eso es lo que impulsa a Martínez, que se ganó el apodo por el pelo rojizo, las pecas y cierto revoloteo en las áreas. A alguna mente imaginativa se le ocurrió vincularlo con el personaje principal de la serie “Mi familia es un dibujo”. Sí, Dibu.
Con la Argentina obtuvo su cuarto título y volvió a ser fundamental cuando el equipo lo necesitó en Estados Unidos. Con atajadas fundamentales, apenas recibió un gol y dos penales atajados en la serie frente a Ecuador, Dibu logró ser el mejor arquero de la Copa América por segunda vez consecutiva.
“Acepto la sanción de la FIFA y pido disculpas si ofendí a alguien, el momento de celebración es para hacer sonreír a muchos chicos y no faltar el respeto a nadie. Nunca fue mi intención faltarle el respeto a nadie, ni entendía que un gesto bien recibido por la gente era ofensivo, pero trataré de no ofender más a nadie y solo enfocarme en ganar títulos con Argentina y Aston Villa”, escribió Dibu Martínez en sus redes sociales, un rato después de la notificación de la sanción. A no dudarlo, si consigue domar ese yo interno será un arquero sin discusiones. En todo sentido.
“Siempre lo vimos fuerte deportiva y personalmente. Era un tipo ganador, con personalidad y buen juego aéreo. Recuerdo que era un suplente que no pasaba inadvertido en el grupo, en el que participaba mucho desde su lugar, por más que no le tocara jugar. No era como otros suplentes. Aún desde el banco se plantaba para defender a sus compañeros en algún final tumultuoso de partido”, le dijo hace algún tiempo Walter Perazzo, entrenador de Dibu en los seleccionados juveniles, a LA NACION.