Documentos secretos revelan que Hamas intentó persuadir al régimen de Irán para que se uniera a su ataque del 7 de octubre contra Israel
The New York Times revisó las actas de 10 reuniones entre los principales jefe del grupo terrorista; los registros muestran que la organización evitó varias escaladas desde 2021 para dar a entender falsamente que había sido disuadido, mientras buscaba el apoyo de Teherán para un gran ataque
Los documentos, que representan un gran avance en la comprensión de Hamas, también muestran amplios esfuerzos para engañar a Israel sobre sus intenciones mientras el grupo sentaba las bases para un asalto audaz y una conflagración regional que Sinwar esperaba que causara el “colapso” de Israel.
Los documentos consisten en actas de 10 reuniones secretas de planificación de un pequeño grupo de dirigentes políticos y militares de Hamas en el periodo previo al ataque, el 7 de octubre de 2023. Las actas incluyen 30 páginas de detalles hasta ahora no revelados sobre el funcionamiento de la cúpula de Hamas y los preparativos de su atentado.
Los documentos, verificados por The Times, exponen las principales estrategias y valoraciones del grupo dirigente:
-Mientras preparaban los argumentos dirigidos a Hezbollah, los dirigentes de Hamas dijeron que la “situación interna” de Israel -en aparente referencia a la agitación por los polémicos planes del primer ministro Benjamin Netanyahu de revisar el poder judicial- era una de las razones por las que se veían “obligados a avanzar hacia una batalla estratégica”.
-En julio de 2023, Hamas envió a un alto cargo a Líbano, donde se reunió con un alto comandante iraní y le pidió ayuda para atacar lugares sensibles al comienzo del asalto.
-El alto mando iraní dijo a Hamas que Irán y Hezbollah le apoyaban en principio, pero que necesitaban más tiempo para prepararse; las actas no dicen con qué detalle presentó Hamas un plan a sus aliados.
-Los documentos también dicen que Hamas planeaba discutir el ataque con más detalle en una reunión posterior con Hassan Nasrallah, jefe de Hezbollah en ese momento, pero no aclaran si la discusión tuvo lugar.
-Hamas tenía la seguridad de contar con el apoyo general de sus aliados, pero llegó a la conclusión de que podría ser necesario seguir adelante sin su plena participación, en parte para impedir que Israel desplegara un nuevo sistema avanzado de defensa antiaérea antes de que se produjera el asalto.
-En la decisión de atacar también influyeron el deseo de Hamas de perturbar los esfuerzos por normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudí, el afianzamiento de la ocupación israelí de Cisjordania y los esfuerzos israelíes por ejercer un mayor control sobre el recinto de la mezquita de Aqsa en Jerusalén, sagrado tanto en el islam como en el judaísmo y conocido por los judíos como el Monte del Templo.
-Hamas evitó deliberadamente enfrentamientos importantes con Israel durante dos años a partir de 2021, con el fin de maximizar la sorpresa del atentado del 7 de octubre. En opinión de los dirigentes, “deben mantener al enemigo convencido de que Hamas en Gaza quiere la calma”.
-Los dirigentes de Hamas en Gaza dijeron que habían informado a Ismail Haniyeh, líder político de Hamas en Qatar, sobre “el gran proyecto”. No se sabía si Haniyeh, asesinado por Israel en julio, había sido informado del atentado antes de que se produjera.
Preludio a la guerra
Los documentos proporcionan un mayor contexto a uno de los momentos más cruciales de la historia moderna de Oriente Próximo, mostrando que fue tanto la culminación de un plan de años de duración, como un movimiento en parte moldeado por acontecimientos específicos después de que Netanyahu volviera al poder en Israel a finales de 2022.
El ataque contra Israel mató a unas 1.200 personas e hizo que Israel bombardeara e invadiera Gaza, matando a decenas de miles de civiles y militantes palestinos. En última instancia, se convirtió en una guerra más amplia entre Israel y los aliados regionales de Hamas, que condujo al asesinato por parte de Israel de altos dirigentes iraníes y de Hezbollah y a su invasión de Líbano, así como a los ataques con misiles balísticos de Irán contra Israel.
Hasta qué punto Irán y Hezbollah conocían los planes iniciales de Hamas ha sido uno de los misterios persistentes del 7 de octubre. La cuestión cobró nueva resonancia en las últimas semanas, tras la invasión israelí del Líbano y los ataques de Irán contra Israel.
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, ha negado públicamente que Irán tuviera papel alguno en el atentado del 7 de octubre. Y funcionarios estadounidenses han descrito información de inteligencia que demuestra que los principales dirigentes iraníes fueron tomados por sorpresa, lo que alimenta las dudas de que Irán desempeñara un papel directo en la planificación. Pero los dirigentes de Hamas han hablado ampliamente del apoyo que han recibido de aliados regionales, y ha habido informes dispersos y a veces contradictorios de que funcionarios iraníes y de Hezbollah ayudaron a planear el atentado y a entrenar a los combatientes.
Las actas fueron descubiertas en un ordenador hallado a finales de enero por soldados israelíes mientras registraban un centro de mando subterráneo de Hamas en Jan Yunis, en el sur de Gaza, del que los dirigentes del grupo habían escapado recientemente.
El Times evaluó la autenticidad de los documentos compartiendo parte de su contenido con miembros y expertos próximos a Hamas. Salah al-Din al-Awawdeh, miembro de Hamas y ex combatiente de su ala militar que ahora es analista en Estambul, dijo que conocía algunos de los detalles descritos en los documentos y que llevar notas organizadas era coherente con las prácticas generales del grupo. Un analista palestino conocedor del funcionamiento interno de Hamas, que habló bajo condición de anonimato para hablar de temas delicados, también confirmó ciertos detalles así como operaciones estructurales generales de Hamas que coincidían con los documentos.
El ejército israelí, en otro informe interno obtenido por The Times, llegó a la conclusión de que los documentos eran reales y representaban otro fracaso de los servicios de inteligencia a la hora de impedir el atentado del 7 de octubre. El Times también investigó los detalles mencionados en los registros de las reuniones para comprobar que se correspondían con hechos reales.
El descubrimiento de estos documentos ha desatado recriminaciones entre las agencias de inteligencia israelíes. La revisión militar interna de los documentos cuestionó por qué los espías de Israel no lograron obtenerlos antes de que Hamas lanzara su ataque ni discernir la estrategia que describen. Aunque Israel sí obtuvo los planes de batalla de Hamas antes del ataque del 7 de octubre, los mandos israelíes rechazaron repetidamente la idea de que Hamas tuviera la capacidad o la intención de llevarlos a cabo de forma inminente.
El ejército israelí declinó hacer comentarios. Hamas y Hezbollah no respondieron a las solicitudes de comentarios. La Misión de Irán ante las Naciones Unidas negó las afirmaciones recogidas en las actas.
“Toda la planificación, toma de decisiones y dirección fueron ejecutadas exclusivamente por el ala militar de Hamas con base en Gaza, cualquier afirmación que intente vincularla a Irán o Hezbollah -ya sea parcial o totalmente- carece de credibilidad y procede de documentos fabricados”, afirmaba el comunicado iraní.
Hablar en clave
Los documentos insinúan por primera vez la operación en enero de 2022, cuando las actas muestran que los líderes de Hamas discutieron la necesidad de evitar verse arrastrados a escaramuzas menores para centrarse en “el gran proyecto”. Los oficiales de inteligencia israelíes descubrieron que los líderes de Hamas utilizaban repetidamente la misma frase en contextos similares, pero los oficiales no entendieron lo que significaba el término hasta que leyeron los documentos después del asalto, según dos funcionarios israelíes familiarizados con la inteligencia sobre los comandantes de Hamas.
Las actas no proporcionan una lista clara de todas las personas presentes en cada reunión, pero afirman que Sinwar asistió a todas las discusiones, mientras que su adjunto participó en al menos tres. También figuran como asistentes varios mandos militares a los que sólo se hace referencia por su nombre de guerra.
Los analistas de inteligencia israelíes, según varios funcionarios israelíes y la evaluación militar de los documentos, concluyeron que los principales líderes militares de Hamas, Muhammad Deif, Marwan Issa y Muhammad Sinwar, se encontraban entre los que figuraban por su apodo. El analista palestino conocedor del funcionamiento interno de Hamas también dijo que creía que las actas mostraban que Deif estaba presente.
Durante una reunión celebrada en abril de 2022, los dirigentes celebraron cómo habían transcurrido los momentos más tensos del mes musulmán del Ramadán sin una escalada importante, lo que ayudó a Hamas a “ocultar nuestras intenciones” y “camuflar la gran idea (nuestro gran proyecto)”. Hablaron de conservar municiones y llevar a cabo “un gran y convincente proceso de disfraz y engaño”.
En junio de 2022, los dirigentes afirmaron que la operación seguía cobrando impulso: señalaron que Hamas evitó un enfrentamiento con Israel después de que ultranacionalistas judíos celebraran una marcha provocadora por la Ciudad Vieja de Jerusalén a finales de mayo, fomentando la falsa impresión de que el grupo ya no buscaba una confrontación mayor. Aunque los dirigentes de Hamas han hablado vagamente en público sobre cómo intentaron engañar a Israel en los años previos al atentado, las actas revelan el alcance de ese engaño.
En ese momento, según las actas de junio de 2022, faltaba aproximadamente un mes para que concluyeran los preparativos del ataque. Los planes incluían atacar 46 posiciones de la división militar israelí que vigila la frontera y, a continuación, atacar una importante base aérea y un centro de inteligencia en el sur de Israel, así como ciudades y pueblos.
Los dirigentes afirmaron que sería más fácil atacar esas zonas residenciales si primero se invadían las bases militares, una predicción que resultó acertada el 7 de octubre. Estos planes militares parecían ser una versión simplificada y ligeramente modificada del plan de batalla más detallado que Israel interceptó en 2022 pero descartó.
En una señal de lo encubierto que se preparó el ataque, Sinwar y sus subordinados decidieron que los planes debían mantenerse en secreto para muchos combatientes de Hamas de rango inferior hasta varias horas antes del asalto, según las actas de la reunión de junio.
En la misma reunión, Sinwar también discutió brevemente con sus colegas cómo un gran ataque contra Israel requeriría con toda probabilidad sacrificios, aparentemente de los gazatíes de a pie. Fue la primera y única vez que se aludió en las actas a las penurias que podrían sufrir los civiles palestinos. Desde el 7 de octubre, algunos dirigentes de Hamas han reconocido que el consiguiente contraataque israelí causó una enorme destrucción, pero dijeron que era un “precio” que los palestinos debían pagar por la libertad.
Reunido en septiembre de 2022, el consejo de dirigentes parecía dispuesto a iniciar el ataque en el plazo de un mes, durante las altas fiestas judías, y Sinwar revisó los últimos planes de batalla. Los documentos no explican por qué se pospuso el ataque, pero un tema recurrente es el esfuerzo de los dirigentes de Hamas por conseguir el apoyo de Irán y Hezbollah para la operación.