Alcohol, salud mental e infección renal: qué problemas enfrentó Liam Payne
La trágica muerte del artista, exmiembro de One Direction, puso de manifiesto su complejo historial clínico. Desde su lucha contra la adicción hasta una hospitalización en Italia, un repaso por las afecciones que tuvo el cantante
InfobaeLa repentina muerte de Liam Payne, exintegrante de la popular banda One Direction, conmocionó al mundo. El miércoles, el artista fue encontrado sin vida tras caer desde el tercer piso del Hotel Casa Sur en el barrio de Palermo de Buenos Aires. De 31 años, Payne había lidiado con un historial complejo de salud, que incluía problemas renales desde su nacimiento prematuro, ansiedad, agorafobia, y una larga lucha contra el alcoholismo, algo que él mismo reveló en varias entrevistas a lo largo de los años.
En 2023, los problemas de salud de Payne se intensificaron con una grave infección renal que lo llevó a ser hospitalizado de urgencia en Italia. La gravedad de esta situación lo obligó a cancelar su gira por Sudamérica y a interrumpir parte de sus planes profesionales. En julio de ese año, en un video publicado en YouTube, el cantante habló abiertamente sobre su salud mental y de las críticas que recibió por parte del público, así como sobre las tensiones con sus excompañeros de banda.
A raíz de estas presiones, decidió internarse en una clínica de bienestar en Estados Unidos, donde pasó 100 días tratando su adicción al alcohol y buscando una forma de frenar su vida para poder recuperarse. “Hasta ese momento estaba en muy mala forma y estaba muy feliz más que nada cuando llegué para ponerle un freno a mi vida y a mi trabajo”, confesó.
Si bien logró períodos de sobriedad e intentó retomar el control de su vida, Payne reconoció lo complicado que fue adaptarse a la vida después de su paso por One Direction. Sus altibajos emocionales y el peso de la fama dejaron cicatrices profundas, algo que él mismo compartió en diferentes entrevistas.
Adicción al alcohol
El alcoholismo de Liam Payne comenzó durante los años más intensos de One Direction, cuando el equipo que manejaba la banda los mantenía encerrados en habitaciones de hotel para garantizar su seguridad, había afirmado el artista. Esto ocurrió debido a la gran popularidad del grupo a nivel mundial. Es por eso que el cantante aseguró que, en ese contexto, encontró refugio en el minibar de las habitaciones y comenzó a beber solo.
“¿Y qué hay allí? ¡Minibar! Entonces yo solo pensaba: ‘Voy a beber yo solo’ y eso se mantuvo conmigo durante muchos años de mi vida”, confesó. Además, el cantante describió cómo la falta de libertad afectó su bienestar: “Desde afuera parecía que podíamos hacer lo que quisiéramos, pero estábamos encerrados. Íbamos del auto al hotel, nos subíamos al escenario para cantar y luego volvíamos al encierro, y cuando eres un adolescente necesitas libertad”.
Según destacó, esta falta de espacio personal y la presión constante de la fama lo llevaron a utilizar el alcohol como una vía de escape para lidiar con la frustración diaria.
Con el tiempo, la situación empeoró, y en 2016, tras la separación de la banda, el cantante pasó por un período particularmente oscuro. En su participación en el programa de Ant Middleton, confesó que la soledad y la presión lo llevaron a considerar la idea de quitarse la vida: “A juzgar por algunas cosas que pasaron, tengo suerte de seguir aquí. Hay veces en las que ese nivel de soledad te hace preguntarte: ‘¿Terminará esto algún día?’. Eso casi me mató un par de veces”.
La intensidad de su vida pública, combinada con el aislamiento que sentía cuando los focos se apagaban, hicieron que la bebida se convirtiera en un refugio para sobrellevar la situación. En una entrevista con The Guardian, Payne profundizó sobre la experiencia de quedarse solo tras los conciertos: “Tocar ante no sé cuántos miles de personas y después quedarte solo en el hotel en un país en el que ni siquiera podés salir a ningún sitio. ¿Qué vas a hacer? El minibar siempre estaba ahí”.
A esto se sumaba que tomaba una medicación originalmente destinada para tratar la epilepsia, que en su caso funcionaba como estabilizador del ánimo, al ayudarle a manejar los altibajos emocionales que enfrentaba durante su tiempo en One Direction. Sin embargo, este fármaco también afectaba su capacidad cognitiva ante ciertos tipos de luces. “Necesitaba ayuda para mantenerme estable. Había ocasiones en las que bajo ciertas luces en el escenario o durante una entrevista no era capaz ni de decir mi nombre”, confesó.
En una entrevista con The Guardian, Payne explicó cómo esta medicación formaba parte de su lucha por mantener la estabilidad emocional, aunque no era suficiente para lidiar con la soledad que sentía durante las giras. Este tratamiento se combinaba con el alcohol, al que recurría para sobrellevar las largas horas de aislamiento entre conciertos.
La decisión de poner un alto a la vorágine de su vida fue difícil, pero necesaria. Tras la disolución de One Direction, Payne estuvo en terapia durante dos años y dedicó seis meses a descansar. Había pasado ocho años, desde los 15, cuando se presentó por primera vez a The X Factor, trabajando sin pausa. Este periodo de reflexión le permitió iniciar un camino hacia la recuperación.
En 2021, el cantante reveló en el podcast The Diary of a CEO que había dado un giro en su vida: “Eran como unas cuantas fotos mías en un barco y estaba como hinchado, y yo lo llamo cara de pastillas y alcohol. Mi rostro era como 10 veces más grande de lo que es ahora. Y yo simplemente no me gustaba mucho, así que hice un cambio”.
Anteriormente, el Dr. Enrique De Rosa Alabaster explicó los riesgos para la salud del consumo de alcohol en una nota de Infobae: “El sujeto en los momentos previos, mientras consume, no tiene conciencia de las consecuencias, y de los peligros en los que solo está según su percepción, socializando. Como si el deterioro cognitivo progresivo, no fuera de importancia hasta llegara la demencia”.
“La presencia de cuadros concretos como ansiedad, depresión, trastornos de sueño está claramente comprobada, así como en particular las conductas de riesgo ligada al aspecto del alcohol como depresor del sistema nervioso”, dijo el experto.
Salud mental: a qué se enfrentó el cantante
En una entrevista con el medio The Sun, el cantante confesó que durante sus años en One Direction lidió con graves problemas de salud mental: “Salir y poner esa sonrisa feliz en mi cara y cantar las canciones, honestamente, a veces era como ponerme uno de esos disfraces, salir y, debajo del disfraz, la gente realmente no ve lo que está pasando”.
Es que, mientras millones de fans lo aclamaban en los conciertos, Payne enfrentaba una crisis. “No debería haber podido hacer tantos shows como lo hicimos, si soy honesto al respecto, si soy brutalmente honesto al respecto”.
En 2015, tras su ruptura con Sophia Smith, el cantante se vio profundamente impactado: “Dejé que me afectara ese día. No estaba en un buen momento. Desafortunadamente, estaba pasando por un momento difícil y dejé que me afectara demasiado”. Incluso, destacó que el ritmo frenético de la banda no ayudó: “Cuanto más hacíamos, no creo que nos detuviéramos a celebrar lo bueno que era todo... Fue como, ‘Oh, acabas de ganar tres EMAs, pero súbete al avión y ve al siguiente lugar’”.
Además, el artista aseguró que había sido diagnosticado con “un par de condiciones” de salud mental que afectaron profundamente su vida. En un video compartido en su Instagram, el cantante admitió que se sentía “super bajo” en ciertos momentos, algo que comprometía su sobriedad. En ese sentido, explicó que, debido a la ayuda de especialistas y a las herramientas que aprendió en su paso por la clínica de rehabilitación en Estados Unidos, podía reconocer estos episodios de ánimo bajo.
Es más, habló de lo que describió como momentos “maníacos”, que en el pasado lo llevaron a perder el control sobre sus adicciones. Explicó que había grabado varios videos hablando de sus experiencias, pero que nunca se sintió listo para publicarlos. “No sé si este es el momento adecuado, pero lo estoy intentando”, había confesado el cantante, quien luchó con estos problemas desde la pausa de One Direction. Esta revelación fue un intento de mostrarse vulnerable ante sus fans y dejar en claro que las apariencias pueden ser engañosas.
El cantante mencionó que uno de los mayores desafíos que enfrentó fue encontrar un equilibrio emocional en su vida. A pesar de que se había sentido apoyado por su círculo cercano, reconoció que muchas veces las personas a su alrededor podían notar cuando no estaba bien, incluso antes de que él mismo lo aceptara. “Tengo gente maravillosa a mi lado, pero estoy seguro de que ellos también pueden ver cuando simplemente no estoy realmente aquí”, dijo.
“Me di cuenta de que bloquear mis sentimientos por tanto tiempo me enfermó y me hizo estallar”, señaló y destacó que, tras su experiencia en rehabilitación, había entendido que es vital “notar, permitir que las emociones pasen y dejar que se disipen”, en lugar de intentar ocultarlas.
Incluso, habló abiertamente sobre sus problemas de agorafobia y la ansiedad que sentía al estar en lugares públicos. “No creo que tenga problemas en el sentido de lo que uno pensaría naturalmente cuando voy caminando por la calle y cada persona me detiene. A veces ocurre, pero es principalmente mentalmente donde uno lucha con ello. Es el prepararse y saber siempre que te pueden fotografiar”, explicó. Describió la presión de enfrentarse a la posibilidad de ser fotografiado en cualquier momento, y cómo eso afectaba su disposición para salir de casa.
En su relato, Payne detalló lo difícil que le resultaba realizar actividades cotidianas debido a su ansiedad. “Hay días en los que no quiero salir de casa, ni siquiera para ir a la tienda. Voy a pedir un café y sudo porque no sé si estoy haciendo lo correcto o no. Pienso: ‘No quiero estar aquí’”.
Una infección renal y una gira fallida
En 2023, Payne anunció la cancelación de su gira por Sudamérica debido a una infección renal que lo obligó a ser hospitalizado. A través de un video compartido en sus redes sociales, el cantante explicó la situación a sus seguidores: “Esta es realmente la última noticia que quiero contarles, pero últimamente me he sentido un poco mal. He estado en el hospital con una infección renal grave”. Es por eso que explicó que, aunque había comenzado los ensayos, su equipo médico le aconsejó que no era el momento adecuado para salir de gira.
La gira originalmente iba a incluir cinco presentaciones en América del Sur, con paradas en Perú, Colombia, Chile, Brasil y Argentina, comenzando el 1 de septiembre de 2023. El último show estaba programado para el 12 de septiembre en la Ciudad de México. Sin embargo, debido a su estado de salud, se vio obligado a posponer todos los espectáculos. En su mensaje, el artista lamentó no poder cumplir con las fechas, pero señaló que “tengo a las mejores personas a mi alrededor tratando de ayudarme a recuperarme mientras hablamos, pero vamos a tener que reprogramar la gira”.
Payne compartió con sus seguidores que la experiencia de la infección fue muy difícil: “Esto es algo que no le desearía a nadie, y las órdenes de los médicos son que ahora necesito descansar y recuperarme”. Además, aseguró que los boletos de las presentaciones canceladas serían reembolsados, pidiendo a sus fans que estén atentos a las actualizaciones sobre las nuevas fechas de la gira.
La noticia tomó por sorpresa a sus seguidores, ya que en meses previos había manifestado su entusiasmo por volver a la carretera y conectar nuevamente con su público. En una entrevista anterior, había comentado: “Estaba más que emocionado de poder tocar para ustedes. A todos los que compraron entradas: lo siento mucho”. Sin embargo, la necesidad de cuidar su salud prevaleció sobre los planes iniciales.
Esta pausa forzada representó un desafío en su carrera, especialmente porque Payne había estado trabajando en su recuperación personal y profesional desde su primer álbum solista en 2019. A pesar de la cancelación de la gira, el cantante mostró su determinación de mejorar para regresar a los escenarios en mejores condiciones.