Al menos seis personas murieron tras un ataque ruso contra Ucrania con 91 drones, cinco misiles y dos cohetes

44 de los vehículos no tripulados pudieron ser interceptados, mientras que, del resto, a la mayoría se les perdió el rastro in situ

Además fueron detectados tres misiles balísticos lanzados desde el territorio de la península anexionada de Crimea, dos misiles aéreos guiados procedentes de la región rusa de Briansk y dos cohetes procedentes de la región rusa de Bélgorod.

Los proyectiles impactaron en la región nororiental de Sumi y en la ciudad de Dnipró (centro), donde dejaron al menos cuatro víctimas mortales y una veintena de heridos a última hora del viernes.

Los drones fueron derribados sobre diversas regiones en el norte, oeste y centro del país, como Sumi, Chernígov, Cherkasi, Vínitsia, Jmelnitski, Cherkasi, Kirovohrad y el óblast capitalino de Kiev.

En este último murieron una adolescente y una mujer, la primera en un incendio provocado por uno de los drones en una vivienda y la segunda al ser herida por los fragmentos de uno de los vehículos no tripulados que fueron derribados, según informó este sábado la administración regional.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, denunció que a pesar de todo lo que dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, en la reciente cumbre de los países emergentes BRICS en Kazán (Rusia), “los asesinos rusos han reanudado su comportamiento habitual”.

Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania (Oficina de Prensa Presidencial de Ucrania vía AP)
Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania (Oficina de Prensa Presidencial de Ucrania vía AP)

“Esto demuestra una vez más que la agresión no puede ser detenida solo con palabras, sino solo con una acción decidida en defensa del Estado y del pueblo contra el que se libra esta guerra”, afirmó en alusión a los más recientes ataques.

Zelensky reiteró que en esta guerra solo hay “un perpetrador” que es Moscú y que por ello hay que ejercer presión sobre el agresor para “forzarle a poner fin a su terror” y enfatizó que sólo con “fortaleza y determinación” se puede lograr una paz verdadera.

La situación se deteriora en la localidad oriental de Selidove, cerca de Pokrovsk, donde continúan los combates urbanos y los avances rusos, en un momento en el que Moscú mantiene la presión tanto en el este de Ucrania como en la región rusa de Kursk, donde llegan según informaciones los primeros soldados norcoreanos.

Las tropas rusas siguen avanzando de forma lenta pero sistemática en Selidove y varias otras zonas de la región oriental de Donetsk, de acuerdo con la plataforma ucraniana de monitoreo del frente ‘DeepState’.

Para ello, se benefician de su superioridad numérica y del uso a gran escala de bombas aéreas guiadas para suprimir las defensas ucranianas, pese a que están sufriendo elevadas bajas: tan solo el viernes 1.700 soldados rusos murieron o fueron heridos, según Kiev.

Rusia mantiene su presión

Las tropas invasoras controlan en estos momentos la parte oriental de Selidove y amenazan con cercar la localidad por el suroeste con sus avances en Vishneve.

Entretanto, se están produciendo intensos combates en el centro de la localidad, en la que antes de la guerra vivían 21.000 personas y que se ha convertido en uno de los blancos clave de Rusia en los últimos dos meses.

Rusia ha estado “inundando Selidove con soldados” debido a su importancia para la ofensiva sobre Pokrovsk, de acuerdo con el análisis del experto militar Oleksandr Kovalenko para el Grupo de Resistencia Informativa.

Ahora mismo las fuerzas ucranianas están rechazando al enemigo a unos 6,7 kilómetros de distancia de Pokrovsk, donde permanecen unos 12.000 civiles y que, según dijo este viernes el alcalde Serguí Dobriak, es atacada de forma regular con drones y artillería.

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