Vinicius manda callar
El brasileño se llevó la mano a los labios tras adelantar al Madrid desde el punto de penalti. La pitada de Anoeta fue sonora. Después forzó una segunda pena máxima.
Llegaba Vinicius al partido en medio de mucho turbulencia. El parón con Brasil no consiguió apaciguar los ánimos. La verdemarelha ganó por la mínima, con gol de Rodrygo, a Ecuador y cerró con derrota ante Paraguay. El de São Gonçalo apenas apareció y la prensa brasileña se le echó encima. Incluso Ancelotti verbalizó que está lejos de su mejor nivel a la vuelta, pero, eso sí, con un llamamiento a la calma: “Creo que no está en su mejor versión, pero sigue siendo muy importante para nosotros. No tenemos ninguna prisa porque el equipo ha marcado, él ha sido importante... y la última preocupación para mí es su estado. Siempre trabaja bien y es sólo cuestión de tiempo para que llegue a su mejor nivel”.
Su actuación en el Reale Arena, más allá del gol, no le acercó a ese nivel deslizado por Carletto. Más tímido que de costumbre, sin buscar apenas regates y, en las pocas ocasiones que lo hizo, sin encontrarlos. Hasta el tanto, sólo había intentado dos y en ambos agua. El gol, eso sí, cambió su dinámica y fue el encargado de forzar el segundo penalti de la noche por un pisotón de Aranburu. En esta ocasión, de nuevo sin dudarlo, Mbappé enjauló.