Tchouameni, señalado y amenazado
El francés no termina de dominar en el inicio de su tercera temporada en Madrid. La vuelta de Camavinga amenaza. El 4-4-2 le salva, pero podría quedar fuera si Ancelotti apuesta por el 4-3-3.
El inicio de temporada del francés vuelve a generar dudas en el seno del madridismo, que no encuentra de manera definitiva en el centrocampista defensivo ese mariscal que marca el inicio de los ataques y aborta el juego de los rivales. Aún así, Ancelotti mantiene su confianza en el ex del Mónaco, que ve aumentadas sus tareas en esta temporada teniendo que aportar en la creación de juego tras la retirada de Toni Kroos.
El pivote arrancó con su mejor partido de la campaña ante la Atalanta, pero luego ha dejado más dudas. En Mallorca salió sustituido en el 63 dejando su lugar a Luka Modric en un cambio para agitar el encuentro. Frente al Valladolid, Las Palmas y el Betis, el medio completó los 90 minutos. En estos encuentros mejoró hasta el notable errando poco en la distribución y llegando hasta las diez recuperaciones ante el Betis.
Una lesión en el pie le privó de estar ante la Real Sociedad cortando su progresión. El medio volvió al verde frente al Stuttgart en el primer partido en Champions League y regresaron las dudas. Si los números avalaban hasta ese momento al francés, no lo hicieron frente a los alemanes. Tampoco las sensaciones. Tchouameni bajó en la distribución (84% de acierto) y aún más en tareas defensivas. El medio apenas ganó un 60% de sus duelos defensivos, recuperó tres balones, cometió una falta y no se impuso en ninguno de los tres duelos por alto. Jude Bellingham, de vertiente más ofensiva que él, completó las mismas intercepciones, más recuperaciones (6) y se impuso en más duelos (9 en total, 77% de éxito).
El de Rouen sí aportó con un buen pase previo a la asistencia de Rodrygo a Mbappé para hacer el primer tanto del partido y demostró, en general, algo más de atrevimiento, pero Valverde tuvo que cubrir su espalda en varias ocasiones en defensa. De Aurélien se intuye el potencial, pero el francés no termina de romper en el centrocampista dominador que el Madrid espera que sea. En busca de más fluidez en el juego, Ancelotti repitió el cambio de LaLiga: salió Tchouameni y entró Modric. El croata repartió la asistencia del 2-1 a Rüdiger a la salida de un córner tratando de discutir su rol de revulsivo.
Las comparativas de BeSoccer Pro dejan entrever que su nivel se ha vuelto a resentir en su regreso. En el inicio de campaña estaba más atrevido y con acierto en Liga siendo el mejor pasador al último tercio con éxito de la competición además de superar la media de la competición en datos defensivos como duelos ganados, recuperaciones e intercepciones. Frente al Stuttgart, estuvo entre los peores jugadores de la jornada en esos pases al frente de ataque. Sus datos defensivos también estuvieron muy por debajo de la media de los centrocampistas de la Copa de Europa. Las dudas vuelven.
El 4-4-2 le salva, el 4-3-3 le podría ‘quemar’
En el horizonte no muy lejano del Real Madrid aparece el derbi frente al Atlético de Madrid (29-septiembre, 21:00 h) y en este todo apunta que Tchouameni tendrá hueco en el once inicial. Aunque Camavinga se recupere, la fórmula del 4-4-2 de Ancelotti para los partidos grandes con cuatro centrocampistas le abre la puerta a acompañar a su compatriota como pareja en el centro del campo flanqueados por Jude Bellingham y Fede Valverde por izquierda y derecha respectivamente.
Esta idea salva su papel dentro del once, pero si Carlo apuesta por el 4-3-3, Camavinga podría cubrir su perfil. Aunque se ha aplicado más como mediocentro en el Real Madrid, el nacido en Cabinda suma hasta 48 partidos de ‘pivote’ con la camiseta blanca. Algunos ante rivales de tanta entidad como el City, el Liverpool, el Bayern o el Atlético de Madrid.
El que su perfil sea prácticamente único en la plantilla le da más oportunidades y más margen de error, pero el Madrid requiere su mejor versión para empezar a desatascar su juego.