Rusia frustra un intento de Ucrania de tomar una plataforma petrolífera
De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, un total de 14 barcos se desplazaron hasta allí para tratar de hacerse con su control. Rusia hundió ocho de ellos.
Y, por otro lado, la batalla se libra en la toma de posiciones estratégicas. Como, por ejemplo, las instalaciones esenciales para el buen funcionamiento de ambos países. En este sentido, el Ministerio de Defensa de Rusia ha asegurado este miércoles que han neutralizado un intento de Kiev por tomar el control de la plataforma petrolífera Crimea-2, en posesión de Rusia y que se encuentra en aguas del mar Negro.
Según han informado las autoridades rusas, los servicios de Inteligencia ucranianos trataron de hacerse con su control mediante una “fuerza de asalto anfibia, compuesta por catorce barcos de fabricación estadounidense”, además de personal militar de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas ucranianas.
De acuerdo con la publicación del ministerio en su canal de Telegram, las fuerzas de la Flota rusa del Mar Negro consiguieron hundir ocho de los catorce barcos desplazados, además de matar a ochenta miembros de las fuerzas ucranianas. “Otros seis barcos se retiraron sin siquiera intentar recoger a los soldados heridos que permanecían en el agua”, detallan desde Moscú.
Finalmente, aseguran desde el citado ministerio que se trata de la “última operación mediática” en el mar Negro, que coincide con la visita de representantes de Estados Unidos y algunos países europeos este 11 de septiembre.
Putin plantea la limitación de materias primas
Por otro lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha puesto sobre la mesa de su Gobierno la posibilidad de limitar el suministro de materias primas estratégicas a mercados externos, sin que ello tenga repercusiones negativas sobre Moscú.
“Nos están restringiendo el suministro de una serie de productos. ¿Tal vez deberíamos imponerles también ciertas restricciones?”, dijo Putin en una reunión con su Gobierno. Concretamente, hacía referencia al uranio, titanio y níquel. Eso sí, con una máxima. “No hagamos nada que nos perjudique”.