Preocupa Vinicius
Tras siete partidos, sólo lleva un gol (y de penalti). No tiene la chispa del curso pasado. El Madrid duda de si la oferta de Arabia le ha descentrado.
Van siete partidos esta temporada: la Supercopa de Europa (Atalanta), cuatro jornadas de Liga (Mallorca, Valladolid, Las Palmas y Betis) y los dos recientes partidos de la canarinha (Ecuador y Paraguay). Pues en todos ellos, únicamente ha sido capaz de marcar un gol... y fue de penalti, cuando asumió la responsabilidad en Gran Canaria y abrió el debate de los lanzadores en Chamartín (una jornada después, frente al Betis, asumió la responsabilidad Mbappé).
Un 9% de efectividad
Vinicius todavía no se ha estrenado esta temporada en una acción de campo y solo ha sido capaz de dar dos asistencias (una y media, pues contarle la de Son Moix es ser muy generoso, pero a efectos oficiales, lo es), que fueron en los primeros partidos. No está bien. Ha pasado de tener una tasa de conversión de casi el 25% (uno de cada cuatro tiros iban a la ‘jaula’), a un irrisorio 9% (tiene que hacer diez disparos, para acertar uno). Está transmitiendo menos peligro, se le ve menos descarado y, lo peor, pasando más desapercibido. Eso, en Vini, es alarmante.
Palos en Brasil...
“No se puede jugar solo por el nombre”, llegó a decir O Globo tras la durísima derrota de Brasil frente a Paraguay. Termómetro del nerviosismo nacional. La canarinha es quinta y está a 1 punto de caerse de los puestos de clasificación al Mundial 2026. Fortuna para ella que, en el parón de octubre, juega justo contra los dos ‘peores’: Perú (colista con 3 puntos) y Chile (penúltima con 5). Una suerte envenenada, porque la obligación para Brasil en esos partidos será total y absoluta. No ganar, un descalabro mayúsculo. En esas cotas está en un equipo que cayó en Asunción... y echó de menos a Vinicius. No fue capaz de desnivelar la balanza. E incluso se habla de que Rodrygo estuvo a mejor nivel que él.
La preocupación, en cualquier caso, sobrepasa los números. “El Madrid nunca tendrá un problema de goles”, ha dicho Ancelotti esta temporada y, en esa línea, la sensación es que el propio Vinicius también acabará encontrando la pólvora. Que eso es una simple cuestión de tiempo. Inquietan más las sensaciones, el no verle ni disfrutando sobre el césped como acostumbraba, ni con ese descaro irracional que tanto le caracterizaba. Intentarlo, intentarlo e intentarlo. Nada.
Se busca a ese Vinicius. Y mientras esto sucede, crece el runrún en el Real Madrid. Dentro del club existe el sentir de que el ofertón de Arabia (350 millones de sueldo y ser embajador en el Mundial 2034) le ha descentrado. Pues es algo que únicamente ha gestionado el jugador y su entorno. Al Real Madrid no ha llegado en ningún momento propuesta formal alguna. Es algo que ha recibido el jugador por cuenta ajena y que, por tanto, ha salido de su órbita. Como preocupa que el reciente revuelo por sus declaraciones sobre el Mundial de España pueda distraerle.
Vinicius no está siendo el jugador que ha demostrado poder ser. Y en el Real Madrid, ahora que vuelve la actividad, se han empeñado en recuperarlo. Para Ancelotti es prioritario. Que vuelva el futbolista de los 24 goles y once asistencias. El puñal que encaraba, encaraba y seguía encarando, sin importar cómo hubiese acabado el intento anterior. Que el jugador favorito al próximo Balón de Oro, recupere un nivel de Balón de Oro. Preocupa Vinicius, porque en este arranque de temporada, no está siendo Vinicius.