Por qué la mandarina es considerada la fruta milenaria con mil usos y beneficios
Consumida globalmente por su facilidad para pelar y su rico sabor, este cítrico además se utiliza tanto en la gastronomía como en la cosmética
Propiedades nutricionales y beneficios para la salud
La mandarina (Citrus reticulata), como otros cítricos, es una fuente importante de nutrientes que la convierten en una fruta valiosa para la salud. A pesar de ser más pequeña que la naranja, se destaca por su contenido en vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico y ayuda a prevenir resfriados y gripes, especialmente en los meses de invierno. Dos mandarinas proporcionan cerca del 50% de la cantidad diaria recomendada de esta vitamina. Además, contiene betacaroteno (provitamina A), que favorece la salud ocular y de la piel, y una notable cantidad de ácido fólico, que apoya la producción de glóbulos rojos y blancos.
En cuanto a minerales, la mandarina es rica en potasio, necesario para la función muscular y el equilibrio hídrico de las células, además de calcio y magnesio, que fortalecen huesos y dientes. La fibra, presente sobre todo en la parte blanca que rodea los gajos, favorece la salud digestiva al prevenir el estreñimiento.
Los beneficios para la salud de la mandarina abarcan una amplia gama de efectos positivos. Por ejemplo, sus antioxidantes, como los flavonoides y la vitamina C, ayudan a combatir los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades degenerativas. Además, su contenido en potasio actúa como un diurético natural, ayudando a mantener bajo control la presión arterial y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El consumo regular de mandarinas también mejora la absorción de hierro, siendo un aliado eficaz para combatir la anemia.
La mandarina no solo es apreciada por su sabor y valor nutricional, sino también por su versatilidad en la gastronomía. Su cáscara es utilizada como saborizante en gelatinas, caramelos, gomas de mascar, panes y bebidas carbonatadas. Además, es un ingrediente clave en la elaboración de licores y aceites que aportan un toque especial a ensaladas, carnes, pescados y mariscos. El jugo y las hojas de la mandarina también encuentran lugar en la cocina, mientras que la piel, rallada o confitada, añade sabor y aroma a una gran variedad de platos, desde postres hasta salsas y marinados.
En el ámbito de la cosmética, el aceite de mandarina se utiliza por sus propiedades para el cuidado de la piel. Este aceite es conocido por su capacidad para reducir las manchas solares, prevenir el envejecimiento prematuro y ayudar en la formación de nuevas células, lo que favorece la cicatrización de heridas. También es eficaz en la reducción de arrugas y en la protección contra el daño de los rayos UV.
Receta de budín de mandarina
El budín de mandarina es un clásico de la repostería casera, perfecto para acompañar el café de la tarde o sorprender en el desayuno. Su esponjosa textura y el intenso sabor lo convierten en un postre que conquista por su frescura y sencillez. Es una receta ideal para aprovechar las mandarinas maduras, logrando un postre aromático y lleno de sabor, gracias al uso de la fruta entera, incluyendo su cáscara, que aporta un toque cítrico muy especial.
Este tipo de budín es muy popular en Argentina y otros países de América Latina, donde se preparan distintas variantes de postres cítricos durante todo el año. La mandarina, rica en vitamina C y de sabor suave, es la protagonista de la receta que mezcla tradición y frescura. Existen diferentes formas de preparar este budín, pero todas coinciden en resaltar la intensidad del cítrico y la suavidad del bizcocho, ideal para acompañar un té o un mate en las tardes frescas de otoño e invierno.
Tiempo de preparación
Esta receta de budín de mandarina lleva aproximadamente 1 hora y 10 minutos en total. Este tiempo incluye:
- 15 minutos para preparar los ingredientes y la mezcla del budín.
- 50 a 55 minutos para hornear el budín a una temperatura media.
Ingredientes
- 2 mandarinas enteras (con cáscara, sin semillas)
- 3 huevos
- 200 g de azúcar
- 100 ml de aceite (puede ser de girasol o maíz)
- 220 g de harina leudante
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- Una pizca de sal
- Opcional: azúcar impalpable o glaseado de mandarina para decorar
Cómo hacer budín de mandarina, paso a paso
- Precalentar el horno a 180°C y engrasar un molde para budín con manteca o aceite.
- Lavar bien las mandarinas, cortarlas en trozos (sin quitar la cáscara) y retirar las semillas.
- Colocar las mandarinas en la licuadora o procesadora junto con los huevos, el azúcar y el aceite. Licuar hasta obtener una mezcla homogénea.
- En un bol aparte, tamizar la harina leudante, el polvo de hornear y la pizca de sal.
- Verter la mezcla líquida de mandarinas sobre los ingredientes secos y mezclar con movimientos envolventes hasta integrar completamente.
- Verter la masa en el molde previamente engrasado.
- Hornear durante 50 a 55 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Dejar enfriar el budín antes de desmoldarlo y, si se desea, decorarlo con azúcar impalpable o un glaseado de mandarina.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Este budín de mandarina rinde aproximadamente 8 porciones generosas.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción de budín de mandarina contiene aproximadamente:
- Calorías: 280
- Grasas: 12 g
- Grasas saturadas: 1.5 g
- Carbohidratos: 38 g
- Azúcares: 24 g
- Proteínas: 4 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El budín de mandarina se puede conservar a temperatura ambiente por hasta 3 días, bien cubierto con film plástico o en un recipiente hermético. En la heladera se mantiene fresco hasta por 5 días.