Netanyahu advirtió que los rebeldes hutíes pagarán “un alto precio” por el ataque contra Israel
El primer ministro se pronunció tras el lanzamiento de un misil balístico desde Yemen hacia el centro del territorio israelí. Además, dijo que su país está en una campaña “contra el eje del mal de Irán que se esfuerza por destruirnos”
“Aquellos que necesiten un recordatorio en este asunto están invitados a visitar el puerto de Hodeida”, añadió, en referencia a la ciudad yemení del Mar Rojo que aviones de guerra israelíes bombardearon en julio después de que los hutíes reivindicaran un ataque con drones que mató a un civil en Tel Aviv.
Los hutíes son uno de los grupos respaldados por Irán en Oriente Próximo que se han visto arrastrados al conflicto desencadenado por el ataque de Hamas del 7 de octubre contra el sur de Israel.
El ejército israelí dijo anteriormente que el misil cruzó el centro de Israel desde el este y que cayó en un área abierta sin causar heridos.
Por su parte, el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sari, afirmó que el ataque, llevado a cabo con “un nuevo misil balístico hipersónico”, iba dirigido contra una posición militar en Jaffa, una ciudad portuaria cerca de Tel Aviv, y que el proyectil alcanzó su objetivo puesto que “las defensas del enemigo no pudieron interceptarlo”.
Las sirenas se activaron en el centro de Israel antes de la llegada de los misiles y muchas personas se apresuraron hacia los refugios en la región de Tel Aviv.
En la ciudad de Lod, en el centro, los bomberos tuvieron que intervenir para apagar un incendio provocado por la caída de restos de un misil, según reportaron medios de comunicación.
Advertencia a Hezbollah
Al mismo tiempo, en el flanco norte de Israel, el grupo terrorista libanés Hezbollah ha intercambiado fuego transfronterizo regular con las fuerzas israelíes en intercambios que amenazan con convertirse en una guerra total.
El domingo por la mañana se dispararon unos 40 proyectiles desde Líbano hacia la región israelí de la Alta Galilea y los Altos del Golán anexionados, según informó el ejército israelí.
Decenas de miles de personas han sido desplazadas a ambos lados de la frontera entre Israel y Líbano, y Netanyahu dijo el domingo que la situación actual no era sostenible.
“La situación actual no continuará. Haremos todo lo necesario para que nuestros residentes regresen sanos y salvos a sus hogares”, afirmó. “Estamos en una campaña de varios frentes contra el eje del mal de Irán que se esfuerza por destruirnos”.
Habló con residentes y autoridades del norte y dijo: “Oigo la angustia, oigo los gritos”.
“El statu quo no continuará”, finalizó Netanyahu. “Esto requiere un cambio en el equilibrio de poder en nuestra frontera norte”.
El sábado, el segundo al mando de Hezbollah, Naim Qassem, advirtió de que una guerra total por parte de Israel destinada a devolver a sus hogares a 100.000 desplazados en zonas cercanas a la frontera con Líbano desplazaría a “cientos de miles” de israelíes más.
La violencia transfronteriza desde principios de octubre ha causado 623 muertos en Líbano, en su mayoría combatientes, pero también al menos 141 civiles.
En el lado israelí, incluidos los Altos del Golán anexionados, las autoridades han anunciado la muerte de al menos 24 soldados y 26 civiles.