Morata conquista Milán
Fonseca triunfó en el derbi saliendo de inicio con el español y Abraham, una medida inesperada y de éxito. Capello: “La victoria nació del sacrificio de ambos”.
El triunfo llegó con una decisión muy valiente de Paulo Fonseca. Con otra derrota, el portugués, que en los anteriores cinco partidos solo había ganado una vez, contra el Venecia (hubo empates con Torino y Lazio y KO con Parma y Liverpool), habría sido despedido, con la sombra de Maurizio Sarri cada vez más presente en Milanello. El ex de la Roma, no obstante, no optó por quedarse atrás y defender un empate que, quizás, habría sido suficiente para salvarle, pero no para ganarse la confianza del ambiente. Optó por renunciar a un centrocampista, Loftus-Cheek, y salir de inicio con Morata y Abraham juntos. Más que un 4-2-3-1, el dibujo en el verde se parecía a un 4-2-4, pero la medida no creó a un once desequilibrado, sino todo lo contrario.
Gabbia, héroe con el cabezazo de la victoria, afirmó que el grupo “seguirá a Fonseca hasta la muerte”, señal clara de que el en el vestuario se apreció el trabajo de su entrenador en la última semana. Si su atrevida decisión funcionó, fue gracias al gran trabajo de ambos delanteros. Tanto el inglés como el español no pudieron disputar un encuentro vistoso y espectacular, pero trabajaron muchísimo para el equipo, algo que se notó y ganó elogios. Fabio Capello, por ejemplo, en ‘La Gazzetta dello Sport’ subrayó la actuación de ambos: “Abraham y Morata me encantaron. No son delanteros centros de área, pero saben lo que significa moverse para el equipo, abrir espacios, presionar y correr. La victoria del Milan nació de su espíritu de sacrificio”.
El exmadridista afirmó que confirmaría la pareja “toda la vida, también en el futuro”, algo que Fonseca está valorando. Al Milan ahora le queda la obligación de seguir creciendo tanto en Italia (el viernes recibirá al Lecce) como en la Champions, donde el martes visitará al Leverkusen de Xabi. Morata, que celebró un triunfo en su primer derbi, será protagonista, y puede que haya encontrado el nuevo socio de su aventura milanista.