LILLE 1 - PSG 3 / Pleno del PSG sin Mbappé
Los parisinos consiguen la tercera victoria seguida de la temporada, tras imponerse 1-3 al Lille. Barcola volvió a brillar.
Y eso que el Lille no se arrugó. Más bien lo contrario. Sin embargo, cuando compites contra este PSG, una de las normas no escritas que deben considerar todos los equipos de la Ligue 1 es que no pueden perdonar las pocas ocasiones que te deja. Si lo haces, te condenan.
Los norteños tuvieron el 1-0 en las botas de Diakité. El central, delantero en una transición rápida, estrelló en el poste un centro de Zhegrova, que fue de más a menos, pero fue una pesadilla para Beraldo, lento en los retrocesos defensivos. El Lille estaba bien plantado en el campo, antes de sufrir en sus propias carnes las consecuencias de dejar vivo al PSG.
Dembélé arrancó, encaró a Aleksandro y forzó un penalti absurdo del central del Lille. Vitinha, con una sangre fría estremecedora, adelantó a los de Luis Enrique. Llegó casi inmediatamente después el segundo, firmado por Barcola.
Los equipos de la Ligue 1 habían suspirado con la baja de Mbappé, pero lo que no sabían es que, en apenas cuatro partidos, iban a toparse con otro crack, con una bestia, con un jugador que al espacio es imparable. Barcola, a pase de Asensio, destrozó a Diakité y Mandi y, sin pestañear, batió a Chevalier. El 0-2 era un duro castigo para el Lille.
La ventaja de dos goles era más que suficiente para el PSG, sereno en el segundo tiempo y durmiendo el partido a través de posesiones muy largas. Continuó el show de Barcola hasta que le duró la gasolina, a un paso de firmar, tras un caño exquisito a Diakité, uno de los goles de la temporada en Francia. Entraron Fabián, Doué y Kang-in Lee para añadir más mordiente, mientras que el Lille llegaba y seguía estrellándose con los muros parisinos.
Jugar con fuego tiene consecuencias. Y el PSG comenzó a tambalear. Zhegrova, un extremo de un talento enorme, cogió la pelota y no la soltó. Marcó el 1-2, sorprendiendo a Donnarumma desde media distancia y forzó una falta dos minutos después que acabó en la red, pero el árbitro anuló el gol al encontrarse Tiago Santos en un milimétrico fuera de juego. Respiraba Luis Enrique. Ya en el tramo final, Kolo Muani, de cabeza, aprovechó un centro de Doué y sentenció.