Lampe relata su dura lesión, reclama la falta de ‘fair play’ de Chile y afirma que hubo “justicia divina”

Santiago, Los Tiempos 
Desde Chile, internado a la espera de operarse de la ruptura del talón de Aquiles que sufrió en la victoria boliviana sobre la Roja (1-2) en Santiago, Carlos Lampe relató el momento de su dura lesión, cuestionó la falta de fair play de sus rivales y expresó su emoción por el resultado final.

“Lo que más dolió de la lesión fue el gol y no hubo fair play. Era situación difícil para Vargas salió de mala gana sabiendo qué me había pasado. Entiendo cualquiera lo hubiera hecho. Después, al verme salir en ambulancia, podía estar el fair play de ellos, pero la justicia divina se encargó de todo”, señaló Carlos Lampe, al portal RDC de Santa Cruz que lo visitó en la clínica de la capital chilena donde fue ingresado para ser


operado por la ruptura de su tendón de Aquiles.


Transcurría el minuto 38 cuando Lampe recibió un pase de Marcelo Suárez. El arquero de filas del Bolívar recibió la bola, pero al intentar despejarla cayó desplomado al piso. Luego se confirmó la ruptura del tendón de Aquiles. Poco le importó al delantero chileno Eduardo Vargas, quien agarró el balón y lo introdujo en el arco boliviano, festejando su gran hazaña.


A pesar de todo, Bolivia reaccionó y al minuto después de reanudarse el encuentro logró meter el 2 a 1, con el que acabaría el encuentro.


“Marcelo (Suárez) me pasa el balón, hago buen control, apoyo el pie derecho para largar el pase y siento un latigazo muy fuerte que me deja inmóvil. Me tiro al piso, uno no atina a puntear la pelota o agarrarla, fue horrible porque quería enganchar y ahí sentí que se me rompió todo” contó Lampe.


El arquero boliviano admitió que el delantero chileno, tras su lesión, se vio en una situación difícil, pero cuestionó que no hubo el ‘fair play’ no solo de Eduardo Vargas, sino del equipo chileno en general.


Eso sí, afirmó que el que Bolivia haya logrado el 2 a 1 inmediatamente después fue un acto de “justicia divina”.


El experimentado guardameta boliviano aseveró que inmediatamente después de caer al piso ya sabía que algo se le había roto.


“Cuando pasa la jugada ya sabía que me he roto, me sacaron en camilla a la ambulancia y ahí llegó el segundo gol. Estaba destruido ese momento, fue duro”, relató.


Contó que pudo ver el final del encuentro desde la clínica y “se me caían las lágrimas por ganar después de 31 años (un partido de visitante por eliminatorias), era una mochila que no nos correspondía”.


Lampe será operado en la capital chilena y se estima que su recuperación demore al menos seis meses.

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