Lamine ya se sienta en la mesa de los grandes

Sus tres goles y cuatro asistencias le convierten, después de Haaland, en el segundo jugador que interviene en más goles en las grandes ligas europeas.

Juan Jiménez

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Lamine Yamal también respondió en Montilivi a quienes esperaban una progresión en su relación con el gol. En el 0-1, no sólo robó el balón. También definió por un lugar inesperado ante Gazzaniga. Ni cruzado con el empeine, ni con el interior a asegurar. Tiró por encima de la cabeza del portero argentino. Minutos después, sí hizo el 0-2 con su golpeo de seguridad. Utilizó el interior de la pierna izquierda para mandar el balón a dormir a un rincón de la portería del Girona.

Aunque produzca cierto respeto por su insultante juventud (17 años y dos meses), es una realidad aplastante que Lamine ya está entre los jugadores más influyentes del mundo. Con tres goles y cuatro asistencias, es el segundo futbolista que interviene en más goles en las grandes Ligas europeas. Sólo tiene por delante a Haaland (nueve goles, cero asistencias) y mira por el retrovisor a Kane (4+2), Lewandowski (4+2), Salah (3+3), Dembélé (3+2), Greenwood (5+0), Luis Henrique (3+2), Kramaric (4+1) y Raphinha (3+2).

Mejor jugador joven de la Eurocopa de Alemania, y en la lista de candidatos al Balón de Oro, Lamine aparenta haber llegado para quedarse. La templanza con la que juega desde que llegó a la élite habla de su seguridad como jugador profesional. Desde que debutó, al de Rocafonda nunca se le ha visto jugar con prisas por demostrar cosas. Un buen ejemplo fue el partido contra el Girona, donde empezó impreciso en las conducciones con el balón. Minutos después, estaba firmando dos goles que celebró relajado, como si lo llevase haciendo toda la vida. Lamine pudo engordar sus números, pero basado precisamente en esa seguridad con la que juega, prefirió alimentar a sus compañeros, especialmente a Lewandowski, que estuvo a punto de hacer el quinto del Barça. Con toda la temporada por delante, Hansi Flick intentó concederle cierto descanso con el partido sentenciado en Montilivi. La lesión de Olmo se lo pondrá todavía más difícil al alemán con las rotaciones, pero Lamine y Flick saben que, para estar toda la temporada sentado en la mesa de los grandes, hay que cuidar un cuerpo y mente privilegiados.