Italia sufre por Schillaci

El histórico exdelantero, hospitalizado en Palermo por cáncer de colon. Su cuadro clínico es grave.

Mirko Calemme
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Las condiciones de salud de Totó Schillaci (59 años) están causando revuelo y preocupación en Italia. El histórico exdelantero se encuentra hospitalizado en el Cívico de Palermo y las últimas noticias sobre sus condiciones no invitan al optimismo. Según informó la agencia ANSA, de hecho, su cuadro clínico “sigue siendo grave”. El italiano lleva años luchando contra un cáncer de colon, por el que ya se sometió a dos operaciones. Hace dos años Schillaci se encontraba en condiciones mejores, pero la enfermedad regresó de manera fuerte y fue necesaria su hospitalización.

Tras una terapia en la clínica La Maddalena, Schillaci se encuentra en el hospital Cívico de Palermo desde el pasado sábado. El domingo su familia publicó un comunicado sobre sus condiciones: “Ante las llamadas de muchos medios y las malas noticias que circulan, informamos que nuestro querido Totó está en condiciones estables y controlado por un equipo médico día y noche. Forza Totó”.

Decenas de tifosi están visitando el hospital para transmitir su apoyo a la familia y, en las redes sociales, se publicaron miles de mensajes para el exdelantero, ídolo de todos los italianos en el Mundial de 1990.

Schillaci, nacido en Palermo el 1 de diciembre de 1964, arrancó su carrera profesional en el Messina, donde sumó 256 presencias y 77 goles, entre Serie C2 y Serie B, desde 1982 hasta 1989. El entrenador que le lanzó, el legendario Franco Scoglio, declaró sobre él: “Tenía unas ganas de meter goles que nunca le vi a nadie más”.

Famoso por su instinto goleador y su rapidez, se ganó en 1989 la llamada de la Juventus, vistiendo su camiseta 132 veces, con 36 goles. Durante la etapa bianconera, Schillaci vivió el legendario Mundial ‘90, donde se convirtió en titular marcando el gol de la victoria contra Austria cuatro minutos después de saltar al campo para sustituir a Carnevale. Con sus seis goles, fue galardonado como Pichichi y mejor jugador del torneo.

“Hay momentos en la vida de un jugador en los que todo te sale bien”, declaró Schillaci recordando años después la experiencia: “Es suficiente que respires para meter un gol. Ese momento coincidió, para mí, con aquel Mundial. Alguien ahí arriba decidió que iba a ser el héroe, pero se tuvo que distraer contra Argentina: encajamos solo un gol en todo el campeonato, y ese nos condenó”.

Después de la experiencia con la Juventus (con la que ganó una Copa italiana y una Copa de la UEFA), Schillaci vistió las camisetas del Inter (12 goles en 36 partidos) durante dos años y terminó su carrera con cuatro años en el Júbilo Iwata japonés (65 goles en 93 partidos). Sus ojos desorbitados tras cada gol en el Mundial del ‘90 son parte de la leyenda azzurra.

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