Defensa planetaria: ¿pueden las bombas nucleares salvar a la Tierra de los asteroides?
Un nuevo estudio revela la eficacia de los dispositivos nucleares a la hora de desviar la trayectoria de asteroides que suponen una amenaza para nuestro planeta.
Así podrían defender el planeta de los asteroides los dispositivos nucleares
Según ScienceNews, un método factible para evitar los impactos de asteroides de gran tamaño contra el planeta Tierra es el uso de artefactos nucleares de gran potencia. Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Physics presenta conclusiones interesantes de varios experimentos y simulaciones por ordenador: al calentar la superficie de asteroides utilizando rayos X, estos objetos cambian drásticamente su trayectoria. Además, otras recreaciones adicionales consiguieron demostrar que la radiación de rayos X emitida por la detonación de un dispositivo nuclear podría llegar a desviar la trayectoria de asteroides de varios kilómetros de envergadura.
“Solo hay un método propuesto que emite la suficiente energía como para llegar a alterar drásticamente la trayectoria de los asteroides que suponen una amenaza clara, que tienen un enorme tamaño, o incluso pequeños asteroides en casos en los que el tiempo de respuesta es corto. El consenso en la comunidad de la defensa planetaria es que los rayos X emitidos por la detonación de un dispositivo nuclear son la única opción viable en estos casos”, declaraba el físico Nathan Moore, afincado en los Laboratorios Nacionales de Sandia en Albuquerque, Nuevo México (Estados Unidos).
En otras palabras: la radiación generada por la detonación de una bomba nuclear es el único método factible para evitar la colisión de un gran cuerpo celeste contra nuestro planeta. El plan no implica un impacto directo del artefacto nuclear contra el asteroide en cuestión, sino una detonación a distancia que usa la radiación para desviar la trayectoria original del meteorito. Este enfoque tiene varias ventajas claras. En primer lugar, la precisión de la operación se ve mejorada enormemente al no depender de interceptar a un objeto en movimiento. Por otra parte, estas detonaciones controladas pueden realizarse a suficiente distancia de nuestro planeta como para no tener que preocuparnos por la radiación u otros posibles efectos adversos como daños a la capa de ozono.
Nuestro planeta es bombardeado a diario por miles de pequeños meteoritos y otros cuerpos celestes que simplemente se descomponen por la fricción al atravesar la capa de ozono. No obstante, cuando uno de estos objetos tiene la suficiente masa y tamaño, cabe la posibilidad de que atraviesen estas medidas defensivas naturales de nuestro planeta sin sufrir daños significativos, con lo que podría resultar en un impacto contra la superficie terrestre causando daños incalculables a la biosfera.
Otros métodos que ha probado la NASA para defendernos de los meteoritos
En 2022, la NASA provocó intencionadamente la colisión de una nave contra el asteroide Dimorphos, alterando la órbita de este cuerpo celeste. Esto formó parte de la Misión DART, cuyo objetivo era probar las capacidades de defensa planetaria de la agencia aeroespacial norteamericana. Aunque la operación fue un éxito y se consiguió desviar al asteroide de 160 metros de longitud, el físico Nathan Moore afirma que este tipo de intervenciones solo funcionan cuando hay un tiempo de respuesta amplio y los meteoritos tienen un tamaño relativamente pequeño.
Por tanto, aunque la NASA demostró que interceptar un objeto en movimiento que amenaza la integridad del planeta es factible, este método tiene detractores en la comunidad científica como Moore, quien argumenta que es más eficiente y libre de riesgos para el planeta detonar un dispositivo nuclear en el espacio.