Crisis en Bolivia: en medio de la protesta que impulsa Evo Morales, la Iglesia católica instó al diálogo ante la “compleja situación social”
La declaración se da en el contexto del inicio de una marcha de los sectores oficialistas afines al ex presidente para exigir que se habilite su candidatura para las elecciones de 2025
La CEB también consideró que los bloqueos de caminos “no son la solución más acertada” a la “preocupante situación política, económica y social” por la que atraviesa Bolivia.
Este tipo de medidas, “en vez de ayudar a encontrar vías de solución, perjudican el desarrollo del país y afectan directamente a la población evitando su libre circulación y el desempeño de su trabajo cotidiano”, indicó.
“Es ahora cuando hay que promover la unidad de todos los sectores sociales e instituciones, es ahora cuando hay que sentarse a dialogar ofreciendo soluciones viables que garanticen un futuro más prometedor”, agregó.
El presidente Luis Arce considera que la marcha antecede un “intento de golpe de Estado” en su contra y contra el vicepresidente, David Choquehuanca, con la intención de que asuma la Presidencia del país el titular del Senado, Andrónico Rodríguez, parlamentario afín a Morales, para habilitar la candidatura del exgobernante.
“Destruir, amenazar, bloquear y sembrar odio siempre será más fácil para quienes no creen en la democracia, para quienes se creen salvadores de escenarios de incertidumbre que ellos mismos buscan promover. Pero el pueblo boliviano es sabio y estamos seguros que no se dejará engañar”, escribió Arce en sus redes sociales.
El ministro de Justicia, Iván Lima, criticó que “detrás de la marcha y los bloqueos que asedian al país” desde el lunes “hay un plan maquiavélico” para que Rodríguez llegue a la Presidencia boliviana “y desde allí forzar la candidatura ilegal e inconstitucional de Morales”.
La marcha se realiza en paralelo a un bloqueo de carreteras iniciado por indígenas leales a Morales en poblaciones cercanas al lago Titicaca, que exigen la renuncia de Arce y Choquehuanca.
Morales y Arce están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en la Administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), aún en manos del expresidente, algo en lo que las facciones leales a ambos no han podido ponerse de acuerdo.
Los partidarios de Morales lo proclamaron varias veces como “candidato único” para los comicios de 2025, mientras que el bloque leal a Arce insiste en renovar la dirección del MAS y sostiene que la postulación del exmandatario ya no es posible.