Bellingham lo cambia todo
Contra la Real faltó conexión entre líneas, músculo y la presión fue discontinua. Carencias en aspectos donde brilla el inglés, que volverá ante el Stuttgart.
”Puede que no mereciéramos ganar”, fue la síntesis sincera de Carletto. Los tres puntos no esconden los problemas. El de Reggiolo, que también valoró el “compromiso” de los suyos en territorio txuri-urdin, no lo pretende. “Yo me voy muy satisfecho (por la victoria) y después hay que hacer autocrítica para mejorar. Es una gran oportunidad para nosotros para valorar qué no hicimos bien”. El italiano señaló que “la salida de balón no fue buena”. Además, faltó conexión entre líneas, hubo presión discontinua y sufrimiento defensivo. Ingredientes de una receta que Bellingham se sabe de memoria.
En ataque su importancia es capital. No en vano, enjauló 23 tantos en su año de debut y repartió 13 asistencias y fue el mejor jugador frente al Atalanta. Amén de candidato al podio en el Balón de Oro venidero o mejor jugador joven de la pasada Champions (este lunes le han entregado el premio). Pero es en todo lo demás donde Ancelotti más le anhela. Principalmente en el contexto actual con Camavinga y Ceballos en la enfermería y Tchouameni entre algodones. La muestra es nimia, dos partidos, peor significativa. Porque con el de Stourbridge sobre el campo, el Madrid en conjunto ha presentado mejores números en interceptaciones, despejes, duelos aéreos ganados, entradas, unos contra uno defensivos exitosos, duelos defensivos o recuperaciones en el último tercio. También en regates con éxito, pases completados o duelos ofensivos favorables. La fórmula es sencilla: Jude es igual a intensidad más agresividad.
Variantes
Y más allá del talento individual está lo posicional. Ancelotti hubo de desplazar a Güler al centro del campo contra la Real, encorsetar a Valverde y añadir tareas de intendencia a Modric. Cumplieron todos y se llevaron las alabanzas de su técnico, pero fue una sala de máquinas circunstancial y por (muchos) momentos superada por la de Alguacil, con Zubimendi en todas partes. Añadir a Bellingham a la ecuación es un plus incalculable.
Si también lo hace Tchouameni, porque Ancelotti podrá utilizar un once muy próximo a sus mejores galas. Si no está el francés, por el mero extra que supone tener al de Stourbridge sobre el campo y por las variantes tácticas que aporta: puede perfilarse en banda izquierda en un 4-4-2, aparecer como vértice de un 4-2-3-1 con mayor protección al doble pivote, dotar de mayor robustez al 4-3-3... Sin olvidar su impacto ofensivo. En su asociación con Vinicius, Mbappé y Rodrygo y engrasando la salida de balón. Bellingham lo cambia todo.
*Estadísticas extraídas de BeSoccer Pro.