BAYERN 1 - B. LEVERKUSEN 1 / Leberkusen sobrevive en Múnich

El Leverkusen dirigido por el técnico español logró cosechar un punto ante un Bayern que le asedió durante todo el partido, pero no se mostró igual de eficaz de cara a portería.

José Carlos Menzel
As
Visto lo visto a lo largo de los 90 minutos que duró el partidazo de la Bundesliga entre Bayern Múnich y Bayer Leverkusen, resulta prácticamente imposible entender cómo el conjunto dirigido por Xabi Alonso logró secuestrar un punto del Allianz Arena. La posesión al término del encuentro fue del 69 por ciento a favor de los muniqueses, que firmaron un total de 19 remates por 3 del campeón. Pero el más puro minimalismo terminó bastándole al vigente campeón para sobrevivir una y otra vez a las incontables embestidas del Bayern de Kompany y firmar un empate a uno que le sigue manteniendo a tres puntos del Bayern líder en la clasificación. Muy poco fruto para los muniqueses que, además de no ser capaces de firmar su séptimo triunfo de siete de la temporada, vieron cómo Kane tuvo que marcharse lesionado en los compases finales del duelo.

Había mucha rabia acumulada después de la primera temporada desde 2012 sin tocar plata y los de Kompany, luciendo camiseta especial con motivo del anual Oktoberfest en Múnich, la pusieron sobre el verde del coliseo bávaro desde el pitido inicial. Fue tal el asedio del Bayern que los de Xabi ni siquiera olieron el cuero a lo largo de la primera hora. Rozó el hexacampeón de Europa por momentos el 80 por ciento de posesión, con un Musiala endiablado que veía espacios donde no los había, pero sin ese acierto en los centros o finalizaciones para poner en serios aprietos a Hradecky. Hasta que el Leverkusen enmudeció al Allianz. De la nada.

En una de las escasísimas veces que el campeón logró superar la asfixiante presión del cuadro local, un error de Pavlovic al querer retrasar el esférico hacia los dominios de Neuer les deparó el primer saque de esquina a los renanos. Grimaldo la colgó, el rechace le cayó a Xhaka en la frontal, el suizo la cruzó hacia la media luna y Andrich sacó el látigo para hacer estallar a la grada visitante. Golazo. Fue un auténtico jarro de agua fría para un Bayern que había encerrado a los pupilos del técnico español en su área desde el comienzo, pero los de Kompany no tardaron en sacudirse, seguir a lo suyo y, esta vez sí, obtener la recompensa en un balón que Tapsoba sacó del área de cabeza y se lo dejó botando a Pavlovic a unos 20 metros de la portería. No se lo pensó y colocó un misil en la escuadra que Hradecky llegó a tocar con la mano, pero no lo suficiente como para desviarlo. Golazo en mayúsculas.

No cambió el guión del choque en los segundos 45 minutos, con unos bávaros desatados que rozaron el segundo en una doble ocasión de Gnabry en la que, rematando de volea un gran centro de Kane, se topó tanto con el palo como con el larguero en su segundo intento. Sufría el campeón. Mucho. Se desquiciaba Xabi en el banquillo. Otra volea de Olise en la que Hradecky se marcó un paradón. Ni él, ni Kimmich y Davies en dos disparos que se marcharon fuera rozando el palo fueron capaces de dar los tres puntos a un Bayern que terminó perdiendo a Kane tras un duelo con Adli. Y que tembló en el 88 cuando Tella encaró a Neuer, pero no fue capaz de superarlo.

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