VILLARREAL 2 - ATLÉTICO 2 / Se estrena ‘la Araña’, pica Danjuma y golea Sorloth

Villarreal y Atlético empatan en un partido que se inició vertiginoso. Sorloth marcó después del 2-1 de Koke en propia puerta. Minutos de Pépé y Julián Alvarez.

Patricia Cazón
As
Plaf, plaf. Los tacos golpean el suelo del túnel a cada paso. Todos los sonidos que rodean al chico rubio que en ese momento emerge de los vestuarios son iguales pero, sin embargo, suenan distintos. La Cerámica rodea, esa Cerámica que tan bien conoce, pero a su apellido, Sorloth, la temporada pasada recibido entre vítores ahora lo envuelven los pitos. Ahora es un extraño. Alexander Sorloth ha regresado a la que hasta hace tres semanas era su casa con la camiseta del Atleti.

El noruego es uno de los fichajes con los que al Cholo le van a pedir un paso más en la Liga que esta noche de lunes comienza para dos equipos, el suyo, el Atleti, y el Villarreal. Sorloth es un 9 que Marcelino, en el palco, sancionado, no ha sustituido del todo. En su once, de hecho, solo dos nuevos, Cardona en el lateral y Conde en la portería. En del Atleti, con Sorloth, camina Le Normand. Al otro nuevo del Cholo, Julián Alvarez le tocará esperar. Piiii. Ese sonido no ha cambiado. Comienza el partido. Y el curso 2024-25 para todos.

La primera parte es puro vigor. Ambos con ganas de balón. Con físico, intensidad y ritmo. El equipo del Cholo quiere dominar con la entrada de Azpilicueta y Reinildo en la línea de cinco para liberar a Llorente y Lino. Barrios juega por dentro y Koke cae a la banda mientras Sorloth se descuelga sin acabar de acomodarse. Ningún rojiblanco lo hace. Obstruye la presión alta del Villarreal. Marcelino, con su 4-4-2 clásico, tapona las líneas, ahogándole los espacios por dentro mientras Parejo y Comesaña bajan a construir en el centro para las carreras de Gerard y Baena. El primer aviso, como el primer gol luego, es también amarillo. Un centro de Cardona sin rematador.

Mientras los pitos seguían cayendo sobre Sorloth si rozaba un balón, que eran pocos, la verdad, otro rojiblanco encendía una moto. Era Llorente, que, cuanto más corre, mejor piensa. Todo el peligro del Atlético estaba en sus piernas. Y a la derecha. El primero de sus centros tensos lo cabecea Lino pero lo detiene Conde. El segundo, lo envia Reinildo de un zurdazo a la red pero en fuera de juego. Conde, harto de tanta bomba a sus pies, despeja en largo una pelota que termina estallándole a Oblak en su propia portería. Ayuda Witsel en su versión más dinosauria, incapaz de seguir el sprint de Danjuma que, si primero se lo come, después manda a la red el balón, casi sin ángulo y sin que Jan sepa como echar del todo el cerrojo a su puerta. En el día del estreno de la Araña pica primero un futbolista que celebra el gol como si fuese una cobra. No le da tiempo a Marcelino a felicitar con su walkie. Llorente mete la sexta y a correr. Pase de Barrios a Grizi que, de primeras, toca lo justo para sumar el balón a la carrera. Solo entra el 14 en el área y con un derechazo a media altura bate a Conde. E igualar el marcador sólo minuto y medio después.

Si Sorloth está siempre lejos del área, Le Normand tiene trabajo. Un mercado después, al Atleti se le siguen encendiendo todas las alarmas si un rival pisa el área. Simeone lo comprueba justo después de que Lino estampe una pelota en el palo y otra de Danjuma se encuentre con el hombro de Witsel camino a portería. La respuesta del Villarreal es un fogonazo para otra foto de Oblak en el partido. Un Oblak que juega sin que haya entrenado por una lesión de la Eurocopa: Baena lanza un córner, Witsel y Oblak, uno por el otro, se estorban y la pelota rebota en Koke, que no miraba, para irse a la red. 2-1. Queda mercado para que el Atleti mire atrás y remiende.

La Cerámica mantiene los ojos tan fijos en un duelo tan vivo que hasta parece haberse olvidado de Sorloth. Entonces el noruego lo hace. El empate. Con pisar el área una vez. Suficiente. 2-2. Ayuda Barrios, con un centro a la testa desde la derecha. Qué manera de estrenar ese 8 que ya no es de Saúl. Ese número nunca uno más en el Atleti. El 8 de Rulo y Luis. A Sorloth le vuelven a rodear pitos en su regreso al túnel.

Del descanso no regresa. Y tampoco Witsel. Con la entrada de Giménez y Correa, Simeone deja atrás el 5-4-1 para volver al 4-4-2 con Grizi y Correa arriba. Julián Alvarez, mientras, sale del banquillo para vivir su primer calentamiento como jugador del Atleti. Bailly corta una contra de Correa con una plancha arriba que detiene el partido por análisis de VAR (no decretar un penalti que parecía claro) y Baena roza la escuadra en un libre directo que pudo poner por tercera vez en la noche al Villarreal por delante. Nahuel entra por un sufrido Reinildo como central zurdo que, al llegar al banco, se pone hielo en un codo. Simeone reajusta sus piezas (Llorente, al centro; Barrios, al interior y Lino, donde O Rei) e introduce a De Paul. El partido levanta el pie. Ya parece uno de agosto y no de mediados de octubre.

De pronto, el ritmo es trotón, las jugadas todas se interrumpen, las agujetas llenan las piernas de Lino ante Illias. De pronto, se van Pino, Gerard y Baena y a Marcelino le entra un fichaje: Pépé. Es el momento: Simeone mira atrás y saca el suyo. La Liga, el mundo, contienen aliento: sobre la hierba lo que Futre era en 1987 es hoy una Araña. Minuto 78, dorsal 19, Julián. Choque de manos con Grizi, que se va otro día más de pelo largo sin goles, y un balón al palo de Pépé como hola. A picar ya no le da tiempo. Ya lo había hecho dos veces el Villarreal para que el Atleti lo igualara otras dos antes de quedarse sin aguijones. Ni gasolina.


Entradas populares