Urge recuperar al mejor Oblak

El portero, que apenas ha podido entrenarse cuatro días con el equipo por una lesión, se mostró dubitativo en el primer partido de la 24-25.

Patricia Cazón
As
El primer partido de la temporada 24-25 dejó alguna certeza (el buen debut de Sorloth con la rojiblanca, lo bien que a Barrios le sienta el 8, el incombustible Llorente...) y algunas dudas. Una de ellas concentrada en uno de los puntos que ha sido un quebradero para el Cholo en las últimas temporadas: la línea defensiva... Y su portería. Que Oblak es uno de los mejores porteros de la historia rojiblanca no hay duda, cinco veces Zamora, con el milagro brotando de sus guantes en los partidos importantes, aquellas 17 paradas ante el Liverpool en los octavos de la Champions 19-20. Tan cierto como en las dos últimas temporadas ha mostrado debilidad en las salidas, falta de recursos en los centros laterales y poco dominio del área. La pasada, el Atlético del Cholo encajó más que nunca en toda la historia (trece años y medio ya) del técnico argentino en el banquillo rojiblanco. 64 en 52 partidos. Más que nunca. En Villarreal se constató que, más allá de que el esfuerzo del club en este mercado de fichajes es palpable, contratando a jugadores de primerísimo nivel como Le Normand, Sorloth, Julián Alvarez y Gallagher, los defectos siguen siendo los mismos: una defensa endeble y Jan Oblak en las fotos de los dos goles recibidos por el Atlético. Urge recuperar al mejor Oblak para equilibrar la balanza.

En el primero, Danjuma supera en la carrera a Witsel. Mera cuestión de físico. El belga, que la temporada pasada fue el mejor de los defensas de Simeone sin serlo de verdad (su posición natural es la de pivote), tiene 35 años por los 27 del neerlandés. Pero Oblak pudo hacer algo más en el gol, ya que Witsel superado en el sprint sí que aguantó bien al futbolista del Villarreal dejándole apenas sin ángulo. Aún así, marcó porque Oblak no supo tapar su portería a pesar de ese ángulo. La pelota se coló por el palo largo. En el segundo, los protagonistas rojiblancos fueron los mismos. Baena lanza un córner y Witsel va a despejar mientras Oblak mide mal al salir de su portería, ambos se estorban, ninguno despeja, y la pelota rebota en el rostro de Koke, centrado en cubrir a un rival, y nada puede hacer para evitar que ésta se introduzca en su propia portería.

No más de tres porterías a cero consecutivas en la 23-24

Cierto es que era un Oblak más de pretemporada que nunca: el esloveno llegó al Atlético el 22 de julio con una lesión en los aductores que han impedido que trabaje con el grupo hasta la semana pasada. El portero solo había completado cuatro sesiones con el grupo y a las órdenes de Pablo Vercellone, preparador de porteros rojiblanco, antes de vestirse de corto y salir al ruedo ante el Villarreal. Falto de ritmo, el infortunio se cebó con él. Peso pesado del vestuario, uno de los capitanes, el hombre que siempre habla y se explica ante los medios en los días de los malos partidos, es cierto que la temporada pasada fue incapaz de dejar su puerta a cero en más de tres partidos consecutivos, solo fueron 12 en los 54 en la temporada. Pobre bagaje para un equipo que aspira a todo y para un portero que en agosto de 2023 (tras el Rayo-Atlético de la 3ª jornada de la Liga 23-24) era el octavo en porterías a cero de la historia de la Liga (149) pero el que mejor promedio tenía, al ser el único con menos de 300 partidos en esa lista encabezada por Zubizarreta (235 en 622) y con Buyo (213 en 542), Casillas (177 en 510), Valdés (173 en 387), Cañizares (164 en 420), Iribar (156 en 466) y Esnaola (156 en 469) por delante de él.

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